Las claves de la nueva ley del aborto: Sin permiso paterno a los 16 años y bajas por reglas dolorosas entre otras.
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Claves de la reforma del aborto: la ley quiere garantizar la realización de interrupciones voluntarias del embarazo en centros sanitarios públicos. Además, elimina la exigencia de autorización paterna para las menores de 16 y 17 años.
Claves de la reforma del aborto
La reforma de la ley del aborto llega este jueves 16 de febrero definitivamente al Congreso. La ley busca garantizar la realización de interrupciones voluntarias del embarazo en centros sanitarios públicos. Además, elimina la exigencia de autorización paterna para las menores de 16 y 17 años.
La reforma introduce medidas novedosas. Entre ellas, las bajas laborales por menstruaciones incapacitantes. Por otro lado, mantiene los plazos fijados por ley en 2010 y avalados por el Tribunal Constitucional. Podrá interrumpir el embarazo hasta la semana 22 cuando exista grave riesgo para la vida o la salud de la embarazada o riesgo de graves anomalías para el feto. Tras ello solo será posible cuando se detecten anomalías fetales incompatibles con la vida o una enfermedad extremadamente grave.
Las reformas amplían los derechos reproductivos a todas las «personas trans»
Las mujeres podrán interrumpir voluntariamente su embarazo a partir de los 16 años. Además, los centros sanitarios públicos deberán organizar sus servicios para garantizar la prestación del aborto. Crearán, así, un registro de objetores de conciencia. Por otro lado, eliminan la obligación de informar a la mujer sobre las prestaciones y ayudas de apoyo a la maternidad. También el plazo de reflexión de tres días. Las reformas amplían los derechos reproductivos a todas las «personas trans con capacidad de gestar».
La educación afectivo-sexual
La ley establece el derecho a la incapacidad laboral temporal por reglas dolorosas incapacitantes. Además, habrá gratuidad de los productos de higiene menstrual como tampones, compresas o copas menstruales en centros educativos, prisiones y centros sociales para las mujeres en situación de vulnerabilidad. Garantiza también el acceso público y universal a la anticoncepción e insta a los poderes públicos a fomentar la corresponsabilidad, apoyando la investigación y financiación de anticonceptivos masculinos. La educación afectivo-sexual formará parte del currículo durante toda la educación obligatoria. Además, la esterilización y la anticoncepción forzosas, el aborto forzoso, y la gestación por sustitución son violencias en el ámbito de la salud sexual y reproductiva de la mujer.