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Pedro Sánchez aprueba los Presupuestos del Estado con mayoría absoluta. El Gobierno consigue aprobar en tiempo y forma sus cuentas públicas. ERC dieron su voto a favor. Los presupuestos de 2023 serán los últimos de la legislatura del socialista.
Cuatro días y cuarenta horas de debate parlamentario para que el Gobierno apruebe con una gran mayoría sus Presupuestos Generales del Estado para el 2023. El ejecutivo ha conseguido el visto bueno de 187 diputados a sus cuentas públicas. Sin embargo, la mayoría llegaban este jueves 24 de noviembre convencidos al Congreso.
Además, han emitido 156 votos en contra y una abstención. En los últimos días, algunos de los socios habituales del ejecutivo como el PNV y Bildu anunciaron su voto a favor. Solo faltaba Esquerra Republicana. Los catalanes han esperado al último momento para confirmar lo que era un sí. Un Sí rotundo a los presupuestos. Todo ello a cambio, entre otras medidas, de una transferencia de 900 millones para invertir en infraestructuras en Cataluña.
«En política eres lo que dices, lo que haces», ha defendido en la tribuna el portavoz de ERC, Gabriel Rufián. Lo hizo antes de anunciar que «a cambio» de lo conseguido la formación aportaría «sus trece votos» a favor. Pedro Sánchez no solo continúa así con el apoyo de sus socios de Gobierno, sino que logra ir sumando cada vez a más adeptos en ese camino. Los socios de coalición han obtenido más ‘sies’ que ‘noes’, lo necesario para superar el examen de un Gobierno. Han votado a favor de las cuentas los diputados del PSOE (120), Unidas Podemos (33), ERC (13) PNV (6), Bildu (5), PDeCAT (4), Más País (2), Coalición Canaria (2), Compromís (1), el Partido Regionalista de Cantabria (1).
El Partido Popular critica estos presupuestos y a Unidas Podemos. La portavoz, Cuca Gamarra, ha criticado los «pagos» del Gobierno a cambio de que sus socios voten a favor. «Hoy se materializa una gran mentira a los españoles por parte de Sánchez y PSOE», defendía Gamarra en referencia a la coincidencia de que el Congreso voto el mismo día los presupuestos y la toma en consideración de la reforma del delito de sedición. «Es un traje a medida de los dirigentes que aún tienen cuentas con la justicia o están inhabilitados. Un traje a la medida para que Sánchez siga siendo presidente», sentenciaba Gamarra.
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