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Pedro Sánchez cumple cuatro años como presidente del Gobierno. Su liderazgo ha cruzado luces y sombras al vivir varios acontecimientos históricos.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cumplirá esta semana cuatro años en el Palacio de la Moncloa.
Es un aniversario que llega en el momento más complejo de su mandato por la mala relación con sus socios parlamentarios y con las encuestas restándole apoyo ciudadano.
El 1 de junio de 2018 el Congreso aprobaba la primera moción de censura exitosa de la democracia española.
Esta es la que presentó Pedro Sánchez contra Mariano Rajoy tras la sentencia del caso Gürtel. Al día siguiente prometía su cargo en Zarzuela y comenzaba un periodo que aseguró que estaría marcado por medidas sociales. Estas facilitarían la regeneración democrática.
Todo comenzó como una simple etapa provisional a la espera del aval de las urnas. Lo intentó conseguir casi once meses después, en las elecciones del 28 de abril de 2019. Sin embargo, tuvo que volver a convocar elecciones el 10 de noviembre de ese año, los comicios que alumbraron el primer Gobierno de coalición en España y el inicio de lo que apuntaba un periodo de cierta tranquilidad al contar con una mayoría suficiente de la que formaban parte, entre otros, el PNV, ERC y EH Bildu. La sucesión de acontecimientos ha hecho, sin embargo, que la legislatura haya tenido lugar lejos de esa tranquilidad.
«El presidente ya conoce lo difícil que es conseguir apoyos para la investidura, tampoco lo ha tenido fácil al afrontar las consecuencias de una pandemia, del volcán canario, de la guerra en Ucrania… y no se va a arredrar ahora para seguir cohesionando la mayoría que necesita España», aseguran fuentes del Gobierno. El panorama político de este momento sitúa en las portadas nuevas discrepancias entre los socios del Ejecutivo como la que llevó a Unidas Podemos a desmarcarse por vez primera del PSOE durante la legislatura. Lo hizo en la votación de un proyecto de ley, el Audiovisual, que salió adelante gracias a la abstención del PP.
La reciente transacción de SDLE marca un nuevo rumbo en el sector de defensa en España.