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Unidas Podemos abrió este viernes 22 de octubre una crisis institucional al cuestionar a la presidenta del Congreso de Pedro Sánchez. Atacan a Meritxell Batet por ejecutar la sentencia del Tribunal Supremo contra el diputado Alberto Rodríguez y retirarle el escaño.
Podemos acusaron a Batet de ceder ante la «presión» del Supremo y de la «extrema derecha». Posteriormente anunciaron una querella contra la presidenta de la Cámara Baja por prevaricación.
El CGPJ criticó duramente el ataque vertido sobre este asunto por la ministra de Derechos Sociales y líder morada, Ione Belarra, que acusaba al Supremo de «presionar» a la Mesa del Congreso: «Llegar a atribuir la comisión de un delito a sus magistrados excede absolutamente los límites del derecho a la libertad de expresión, máxime cuando quien realiza esas manifestaciones es un miembro del poder Ejecutivo», dijo el CGPJ en un comunicado.
La actitud de Podemos fue censurada, además, por su socio en el Ejecutivo. Desde el PSOE, tras conocer estos hechos, se defendió a Batet y se recalcó que en España existe independencia judicial: «Las sentencias se pueden recurrir pero no se pueden incumplir», dijeron fuentes socialistas antes de destacar el «escrupuloso cumplimiento» que hizo Batet de su deber.
Mucho más contundente hacia la posición adoptada por Podemos fue el PP. Casado, tras su buena relación con el presidente, solicitó a Pedro Sánchez el cese «inmediato» de Belarra por acusar al Supremo de «cometer un delito».
«En cualquier Gobierno serio, un ministro que acusa al Tribunal Supremo de cometer un delito sería cesado de inmediato«, dijo Casado, quien afeó «el ataque a la Justicia y a las instituciones» por parte de «los socios radicales» de Sánchez y sus ministros. «Es intolerable. Si no actúa ya se convertirá en cómplice de ellos», añadió.
El terremoto político se produjo después de que el presidente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, Manuel Marchena, tardara menos de 24 horas en responder a la presidenta del Congreso confirmándole su obligación de dar cumplimiento a la inhabilitación de Alberto Rodríguez y menos de cinco horas después Meritxell Batet comunicaba al diputado de Unidas Podemos la retirada de su escaño como exige la sentencia dictada contra él por haber propinado una patada a un policía hace siete años en el curso de una manifestación.
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