En el curso escolar 2022-2023 se implantará la nueva normativa educativa por la que los mayores de 10 años podrán aprender sobre sexualidad y afectividad en los colegios.
El proyecto de real decreto sobre enseñanzas mínimas de Primaria que quiere poner el marcha el gobierno, y que se votará próximamente hace algunos cambios a la educación.
La asignatura obligatoria de Educación en Valores Cívicos y Éticos en el quinto o el sexto curso de la Educación Primaria, será un espacio para que los estudiantes puedan formarse y debatir sobre afectividad y sexualidad o sobre violencia de género y respeto a las minorías, en otros aspectos, desde que cumplan 10 y 11 años, según se decida colocar finalmente la nueva asignatura obligatoria de Educación en Valores Cívicos y Éticos en el quinto o el sexto curso de la Educación Primaria.
La normativa fijará los aspectos básicos del currículo, los que aplicarán el núcleo de la nueva ley educativa, la Lomloe, a partir del curso 2022-23.
Al igual que los decretos que después dibujen los currículos de ESO y Bachillerato, este texto marca qué se aprende -los conocimientos mínimos para titularse en la etapa y el reparto de las materias- y cómo se aprende en el 50% o el 60% de las horas lectivas (según haya lengua cooficial o no), así cómo se evalúan estas enseñanzas mínimas, las que corresponde fijar al Ministerio de Educación para todo el país. El resto del contenido del currículo lo diseñarán las autonomías y los propios colegios e institutos.
El borrador de decreto describe los objetivos, fines y principios y las competencias y saberes específicos de cada una de las siete grandes áreas de conocimiento que cursarán los casi tres millones de chicos de 6 a 12 años durante tres ciclos de dos cursos cada uno.
Valores Cívicos y Éticos busca preparar a los alumnos para «un ejercicio crítico y responsable de la ciudadanía» y, para ello, los formará en cuestiones éticas, pero también muy vinculadas a la convivencia. Dialogarán sobre igualdad entre hombre y mujer, migraciones, ecología, sobre respeto a la diversidad y a las minorías, incluidas las identidades étnicas y de género, y de forma especial sobre educación afectivo-sexual.
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