Fuentes del Gobierno confirmaron este viernes, que Pedro Sánchez y Pere Aragonés tuvieron una conversación por teléfono bastante productiva que duró alrededor de 40 minutos, en la que el objetivo común fue «avanzar hacia la superación de los retos comunes mediante el diálogo».
Esta primera toma de contacto entre ambos presidentes se cerró con una cita dentro del mes de junio en la Moncloa, aunque aún no está definida. Durante la charla abordaron varios puntos de la política actual, como «la necesidad de ganar definitivamente la batalla al coronavirus y conseguir la reconstrucción económica», con especial referencia a los fondos europeos».
El recién investido Aragonés no perdió su oportunidad de dejar claro que: «la amnistía y el derecho de autodeterminación son la solución para resolver el conflicto catalán sin más demoras». Prometiendo que ambas propuestas las defenderá «en todos los ámbitos de trabajo y negociación con el Estado».
El catalán considera que es necesario que se inicie una nueva etapa donde desaparezca el conflicto dentro de la justicia y la represión, y se vuelva a acudir a las urnas a decidir de forma democrática. Hace unos días asistió a la apertura de la asamblea de la Asociación de Municipios por la Independencia, en la provincia de Tarragona. Donde hizo referencia al referéndum que se celebró en Escocia en 2014, animando al Estado a que se atreva a demostrar su mayoría en las urnas.
Uno de los temas que Sánchez y Aragonés tratarán en esa citación, será la resolución de los indultos de los independentistas condenados por el procés. Tema que el socialista ha defendido y expuesto para obtener la concesión por parte de la justicia. Además, retomarán la mesa de negociación bilateral que en su día el líder socialista acordó con ERC en su investidura, y que debido a la situación del Covid se ha ido retrasando.
Es más que probable que en esa reunión esté presente Oriol Junqueras, algo en lo que ERC insistió para poder negociar de forma directa con el Estado, aunque para que eso se produzca debe obtener de forma previa el indulto. Algo que por el momento la Moncloa ha evitado rechazar de forma expresa.
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