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La situación crítica en la frontera entre Marruecos y los territorios insulares de Ceuta y Melilla parece haber menguado. La llegada masiva de inmigrantes ilegales al territorio español ya está siendo controlada por el gobierno marroquí y es por ello que el Ejecutivo Nacional busca encontrar una solución para aliviar la delicada situación de los centros de acogida de la Perla del Mediterráneo.
Con ese objetivo, la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, mantendrá una reunión con las comunidades autónomas para solicitarles trasladar a algunos de los migrantes menores de edad, que ya estaban siéndolo por la administración en Ceuta antes de la crisis desatada esta semana.
Se busca de esta manera, atenuar el colapso de los centros ceutíes para permitir la atención a centenares de personas que han llegado irregularmente en las últimas horas.
Belarra convocó el Consejo Territorial de Servicios Sociales por primera vez desde que fue nombrada ministra hace unas semanas. El único punto de esta reunión extraordinaria será el que aborde la crisis migratoria. La entrada masiva de personas de manera irregular en Ceuta dejó un problema humanitario que complicó el accionar de los servicios de recepción de la ciudad e incluso problemas de orden público.
El Gobierno quiere rebajar la presión derivando al menos una parte de los menores migrantes acogidos en Ceuta a otras comunidades para, así, liberar plazas y medios que permitan atender a los recién llegados. La idea no es trasladar a los menores que han entrado a Ceuta en las últimas horas, sino tan solo a los que ya estaban allí siendo acogidos por la administración insular.
Las autoridades marroquíes cerraron a primera hora de este miércoles el tránsito masivo por el paso fronterizo de Tarajal, por donde pasaron más de 8.000 personas en las últimas 48 horas hacia territorio español. Según datos del ministerio de Interior, la cifra de ciudadanos devueltos supera ya los 5.600. Dentro de ese número se suman otros menores de edad, algunos de ellos niños, que pidieron volver voluntariamente a su país porque quedaron solos y sin medios en Ceuta, incluso en algunos casos siendo engañados por la posibilidad de acceder a Europa.
El alcalde-presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas, pidió una «acción rápida y contundente» por parte del Estado para devolver a los migrantes a Marruecos y también «para que sean atendidos, porque ahora deambulan por las calles sin rumbo». Sin embargo, la posibilidad de que otras comunidades tengan que acoger a algunas de estas personas ha generado resquemores en algunos gobiernos autonómicos.
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