Disturbios: los Mossos hallan un grupo organizado de italianos
La violencia callejera en Cataluña, está siendo un elemento en contra para lograr la formación del Govern. Sobre todo la imagen del sábado, en la que una furgoneta ardía en llamas con un agente en su interior, al que le tocó salir corriendo por la puerta lateral ante el riesgo de salir quemado por una posible explosión.
ERC y Junts han condenado el ataque y han dado su apoyo a los Mossos y a la Guardia Urbana de la cual era el coche incendiando. Ambos llevan sufriendo los ataques vandálicos que duran ya dos semanas.
Por su parte la CUP, mantiene una distancia frente al clamor político, empresarial y policial, lo que hace pensar a los negociadores que se requerirá un esfuerzo mayor para alcanzar un pacto.
Junts y ERC llevan quince días reuniéndose de forma bilateral con los anticapitalistas. En los encuentros se ha fijado como condición previa el compromiso de los republicanos a revisar el modelo de orden púbico en Cataluña, pasando a limitar las funciones de las unidades antidisturbios o la utilización de proyectiles de foam.
Aunque lo que se está viviendo en las calles ataña al actual Govern en funciones, también afecta al futuro ejecutivo y condiciona el margen de negociación con la CUP.
Algunos de los negociadores se preguntan como actuar con la CUP, pues el ruido en las calles afecta el acuerdo. Hay quienes creen que esta semana habrá un cambio en su posición y otros que lo ven imposible. Lo cierto es que la incomodidad va en aumento y hay quien considera que la actitud de los anticapitalistas “lo complica todo”.
Esta semana debería ser clave para pactar el Govern. Pere Aragonés ha llamado en varias ocasiones a la alcaldesa Ada Colau, con quién hoy lunes se reunirá, junto con el conseller de Interior, Miquel Sàmper y la consellera Meritxell Budó para abordar dispositivos policiales y medidas preventivas ante las próximas protestas. En ella también estarán presentes los alcaldes de las localidades afectadas por los disturbios.
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