La ley trans que está preparando el Ministerio de Igualdad facilitará el cambio de sexo en el registro a menores, ya que no será necesario un informe médico.
El borrador de la ley para la igualdad de las personas trans diseñado por el Ministerio de Igualdad permitirá el cambio de sexo en el registro sin necesidad de informe ni tratamiento médico a partir de los 16 años.
Entre los 12 y los 16 años se hará con consentimiento de padres o tutores.
A principio de noviembre del año pasado se abrió la consulta pública previa del futuro anteproyecto de la Ley Tras. El proyecto de Ley de Igualdad Plena y Efectiva de las Personas Trans permitirá el cambio registral de sexo sin necesidad de informe médico o de someterse a tratamiento para cambiar la apariencia física.
Esta, permitirá a los menores solicitar la rectificación registral sin exigir acreditar «disforia de género» mediante un informe médico o psicológico, porque eso supondría «estigmatizar y patologizar el colectivo» declaran desde el ministerio.
La nueva ley permitirá cambiar de sexo en el DNI solo declarando la identidad sentida –sin informe médico ni hormonas– y autorizará a los menores de edad a pedir una rectificación registral. Esto puede ser posible sin el consentimiento de uno de los padres, o de ambos, en cuyo caso se le asignará al menor un defensor judicial.
El borrador incluye medidas en el ámbito sanitario, educativo, laboral y deportivo y abre la puerta también a que se pueda solicitar que no se especifique el sexo en los documentos oficiales de identidad, para atender a quienes no se identifican ni con el género masculino ni con el femenino.
Entre las prestaciones sanitarias, además de los tratamientos hormonales y quirúrgicos, se contempla que «las personas trans con capacidad de gestar» puedan recurrir a las técnicas de reproducción humana asistida.
Igualdad aspira a iniciar la tramitación legislativa de este anteproyecto de ley en la primera quincena de febrero.
El protocolo de zoos y la difícil decisión de abatir a un leopardo persa en Cantabria
La detención de Óscar Sánchez Gil revela conexiones sorprendentes con el crimen organizado.