El fin de semana pasado, el primer ministro de Marruecos, Saadedin El Ohmani, declaró que ‘Melilla y Ceuta son marroquíes como el Sáhara’. Palabras que no han gustado nada al Gobierno español, por lo que ha convocado con carácter urgente una reunión con la embajadora de Marruecos en España.
Desde España la secretaria de Estado de Asuntos Exteriores, Cristina Gallach, ha indicado mediante un comunicado que «espera de todos sus socios respeto a la soberanía e integridad territorial de nuestro país».
El primer ministro de Marruecos, concedió una entrevista para un canal egipcio, donde declaró que tratará con España el asunto de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, cuya soberanía reivindica en el país magrebí. Después de resolver de una vez por todas el conflicto relacionado con el Sáhara Occidental.
El mandatario asegura que no es el principal objetivo que Rabat trate el tema de Ceuta y Melilla, aunque en algún momento habrá que solucionarlo. Su prioridad es el Sáhara.
Estas palabras llegan después de que Donald Trump reconociese el pasado 10 de diciembre, la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. Totalmente en contra de lo que Naciones Unidas declaró, ya que considera que el Sáhara es un territorio no autónomo. A lo que la ministra de Exteriores, González Laya, respondió que la solución de dicho conflicto recaía en respetar las resoluciones dictadas desde la ONU.
Las declaraciones de Othmani y la convocatoria con la embajadora del país, es una especie de protesta diplomática. Lo que demuestra que la relación existente entre España y Marruecos no es tan buena como han afirmado, tras aplazar la cumbre bilateral del 17 de diciembre por la situación del coronavirus.
Esta reunión se celebrará finalmente en el 2021 en Rabat, cuando se espera que la situación de la pandemia haya descendido bastante.
Por su parte los opositores del Gobierno, como Casado desde su perfil de Twitter han pedido al presidente una respuesta inmediata al primer ministro de Marruecos. Desde Vox han declarado también mediante la red social, que Marruecos huele el miedo y la cobardía de este Gobierno.
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