Grande-Marlaska ha tomado la decisión de viajar mañana viernes, 20 de noviembre hasta Marruecos, Rabat, para reunirse con el ministro del interior, Abdelouafi Laftit y tratar de encontrar una solución. Tras las peticiones en el congreso de Ana Oramas, sobre la falta de actuación por parte del Gobierno, respecto a las pateras de inmigrantes que no cesan de llegar a Canarias.
Según informan desde el Ministerio del Interior, hace más de un año se está trabajando para evitar justo la situación que actualmente se vive en Canarias. Los inmigrantes no dejan de atravesar la ruta atlántica y se encuentran desprotegidos al llegar las islas.
Por suerte la relación que hay entre Marruecos y España, puede facilitar un posible acuerdo entre ambos ministros. Este flujo migratorio no tiene ninguna intención de tipo político según ha comunicado desde el ministerio.
Es obvio que la llegada de pateras ha aumentado considerablemente, según interior esto se debe a que las mafias han logrado burlar las rutas migratorias para entrar a Canarias. No a que los controles fronterizos se hayan rebajado.
Reconocen que es mucho más fácil tener control sobre el Estrecho, que tiene una costa más pequeña. Que hacerlo en el litoral Atlántico, que alcanza los 1000 kilómetros de largo. Otro punto en contra es que la Policía de Marruecos, está ahora más centrada en controlar los confinamientos derivados del Covid, que de los flujos migratorios.
Según los datos recogidos entre los años 2018 y 2019, se consiguió reducir a la mitad la llegada de inmigrantes desde Marruecos que llegaban por el mar
El pasado miércoles, 17 de noviembre, el presidente canario, Ángel Víctor Torres, ha reclamado al Gobierno español, que se produzcan cuanto antes traslados de estos inmigrantes a otras comunidades autónomas. Pues ya han colapsado todos los recursos de acogida de los que dispone Canarias.
Además ha pedido a la Unión Europea, que establezca de una vez un modelo migratorio. Ya que el pasado martes la Policía tuvo que liberar a unos 250 inmigrantes, que estaban al aire libre, sin tener donde refugiarse. Situación que ruega, no se vuelva a repetir.
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Un examen de la inestabilidad política y sus implicaciones para el futuro del país