Diputados del PP, Vox y Cs han gritado este jueves, día 19, “libertad” en protesta contra la Ley Celaá, que se debatía hoy en el Congreso de los Diputados antes de pasar al Senado para seguir con su tramitación parlamentaria.
Tras la intervención de la diputada socialista Luz Martínez Seijo, quien ha defendido la Lomloe, y en presencia de la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, los parlamentarios de los grupos de PP, Vox y Ciudadanos se han puesto en pie reclamando “libertad, libertad”, palabras que han sido contrarrestadas por los aplausos de los grupos socialistas, creando así un duelo que ha durado varios minutos.
Meritxell Batet, presidenta en el Congreso de los Diputados, no ha interrumpido la escena, esta ha finalizado cuando la oposición ha terminado su protesta y se han sentado, terminando los socialistas a su vez con los aplausos.
Lo debatido este jueves, día 19, en el Pleno recoge alguna de las enmiendas aprobadas las últimas semanas, las cuales han generado fuertes críticas desde la oposición y en algunos sectores de la población. Es el caso de la supresión de la referencia al castellano como lengua oficial del Estado en la enseñanza, así como las consideración del castellano y las lenguas cooficiales como lenguas vehiculares.
Los grupos de la oposición, Cs, PP y Vox, ya han anunciado que llevarán a la nueva Ley Celaá al Tribunal Constitucional (TC), en caso de que sea aprobada por las Cortes Generales.
El texto de la Ley en protesta también menciona a la educación concertada, a la educación especial e incluye que la asignatura de Religión no cuente para las notas medias, entre otras medidas.
Por la parte del grupo Popular, su portavoz de educación, Sandra Moneo, ha denunciado dicha norma calificándola como “un proyecto profundamente ideologizado que asfixia a aquel que no se somete al pensamiento único y suprime la cultura del esfuerzo. Un proyecto que despoja de toda autoridad al profesorado y destierra el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos”.
En nombre de Ciudadanos, la parlamentaria Marta Martín, ha subrayado que la Ley Celaá es una “atrocidad de estilo estalinista que atenta contra los niños que necesitan una educación especial. Ustedes confunden la inclusión con la educación ordinaria”. Además, Martín ha enfatizado en que el texto se trata de “un parcheado que atropella los derechos fundamentales de todos los españoles y que se ha tramitado de forma arbitraria”.
Desde Vox, el diputado Joaquín Robles ha criticado que la Lomloe sea la “culminación de la degeneración siendo aprobada con prisas, sin haber escuchado en comisión o en ponencia a nadie, de espaldas a sindicatos, asociaciones profesionales, etc.”. Advirtiendo que es una ley que “certifica el final del papel de ascensor social de la enseñanza, ejecutado por los verdaderos enemigos de las clases sociales más desfavorecidas”.
Con relación a la supresión de la referencia al castellano, la diputada socialista Martínez Seijo ha contestado a la oposición afirmando que “para nosotros, las lenguas son motivo de unión, mientras que «para vosotros, de división”.
Por su parte, el parlamentario de Unidas Podemos y secretario tercero de la Mesa del Congreso, Javier Sánchez Serna, ha señalado que la controvertida ley “apuesta por una educación pública como eje vertebral del sistema educativo porque es la que garantiza la igualdad de oportunidades y la cohesión social”.
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