Uno de los cambios en la polémica «Ley Celaá» es el de limitar la repetición en la ESO, que pasa a ser «un recurso excepcional».
Finalmente la Comisión de Educación del Congreso aprobó la nueva ley educativa (Lomloe) o también llamada «Ley Celaá». Había causado polémica por diferentes aspectos, como por ejemplo las enmiendas sobre el castellano. Varios cambios han provocado todo tipo de comentarios en el sector, como por ejemplo el de promocionar de curso en la secundaria cuando el equipo docente considere que las materias no superadas «le permita seguir con éxito el curso siguiente».
Cambios más relevantes de la nueva ley educativa
En la educación infantil, destaca que el primer ciclo 0-3 tendrá carácter educativo con requisitos mínimos y con propuesta pedagógica. Así mismo, se llama impulsar la detección precoz y atención temprana a las dificultades.
También se indica que está orientada a compensar los efectos de las desigualdades, como por ejemplo de origen culturas, económico o social.
En lo que respecta a la educación primaria se recupera la organización de la etapa en tres ciclos y que que los centros tendrán autonomía para flexibilizar las áreas, metodologías, espacios y tiempos. Entre otros puntos destacan:
- Podrá impartirse cultura de las religiones como enseñanza no confesional.
- Educación en valores éticos y cívicos en el tercer ciclo.
- Fomento de la creatividad, las TIC (tecnologías de la información y comunicación), el aprendizaje competencial y científico.
- Medidas limitadoras para prevenir repeticiones.
ESO, Bachillerato y Formación Profesional
En cuanto a la ESO, destaca el hecho de que se limita la repetición, que pasa a ser «un recurso excepcional». Además, se eliminan los itinerarios y la jerarquía de materias. Junto a ello, se refuerza el acompañamiento para una transición «exitosa» entre la primaria y la ESO y se podrá impartir cultura de las religiones como enseñanza no confesional. También aparece que se refuerza la orientación con perspectiva de género.
Uno de los cambios que destacan para el Bachillerato es que se eliminan las reválidas y se recuperan las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU). Además, aparece que «como excepción, se puede dar el título por compensación», que se estructura el bachillerato por modalidades y se garantiza una oferta de materias mínimas y común en todos los centro. También las administraciones regularán las condiciones para un bachillerato de tres años.
En referente a la Formación Profesional (FP), resalta que se facilita la compatibilidad del estudio con la actividad laboral. Otros aspectos de la nueva ley en este ámbito son:
- Más flexibilidad en el acceso a la FP. Elimina la edad y permite acceder desde enseñanzas de régimen especial.
- Formación complementaria para completar títulos de FP media y superior.
- Refuerzo de la orientación profesional con perspectiva de género.
- Renovación de contenidos ajustados al empleo.