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Durante la reunión extraordinaria del Consejo de Ministros que ha tenido lugar en la mañana de este domingo 25 de octubre de 2020, se ha aprobado un nuevo estado de alarma en toda España con el fin de frenar la segunda ola de contagios junto con una serie de medidas restrictivas.
Entre ellas, se ha establecido un confinamiento nocturno general de 11 de la noche a 6 de la mañana, que podrá ser adelantado o atrasado una hora por los gobiernos autonómicos.
Aunque, siguiendo la ley, el nuevo estado de alarma durará 15 días, el Gobierno pone de manifiesto en el texto del decreto que tiene la intención de extenderlo hasta dentro de 6 meses con el fin de evitar las arduas votaciones de prórroga cada dos semanas.
Por ello, el presidente del país, Pedro Sánchez, ha pedido durante su comparecencia un “abrumador apoyo parlamentario” a la extensión de la medida.
Según ha explicado el jefe del Ejecutivo, el objetivo de las restricciones es situar a España como una de las regiones verdes de la Unión Europea, cuya tasa de contagiados por cada 10.000 habitantes es de 25. “Tenemos un largo recorrido por delante, vamos a tener que desplegar un gran ejercicio de resistencia”, ha expresado. Actualmente, la media española supera los 400.
Junto con el decreto del estado de alarma, durante el Consejo de Ministros se han aprobado una serie de medidas restrictivas que afectaran a toda España. Asimismo, en los próximos días se esperan medidas restrictivas por parte de los diferentes gobiernos autonómicos que afectarán a los territorios bajo su soberanía.
El texto aprueba un toque de queda obligatorio de 11 de la noche a 6 de la mañana en todo el país. Aunque se ha dejado un margen para que los gobiernos regionales puedan adelantarlo o atrasarlo una hora, no podrán eliminarlo.
Canarias será la única comunidad en la que no se aplicará. El Gobierno ha decido esto debido a que sus datos epidemiológicos están entre los mejores del país con el fin de salvar el turismo.
Por el momento, el Gobierno descarta un confinamiento total como el de marzo.
El toque de queda irá reforzado por un mayor control policial de las calles durante las noches. El fin es evitar las reuniones sociales en espacios cerrados, que han quedado limitadas, además, a 6 personas.
La autoridad en la aplicación del estado de alarma y la puesta en marcha del toque de queda quedará relegada a los gobiernos regionales.
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