Aunque la medida no impondrá un confinamiento general obligatorio, los gobiernos regionales establecerán toques de quedan nocturnos.
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El Consejo de Ministros se ha reunido extraordinariamente este domingo 25 de octubre de 2020 para aprobar el decreto de un nuevo estado de alarma. El Gobierno ha propuesto un estado de alarma que dure varias semanas para poder con el fin de contener y frenar la segunda ola de coronavirus a la que se enfrenta España desde hace varias semanas.
Por el momento, el estado de alarma no incluirá confinamiento domiciliario obligatorio a los ciudadanos.
Después de que varias comunidades demandaran al Gobierno el estado de alarma de forma expresa para poder promulgar medidas más restrictivas de contención del coronavirus, este domingo 25 de octubre, se ha convocado una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros para decretar el régimen restrictivo.
Se convoca un Consejo de Ministros extraordinarios
La primera comunidad en demandarlo fue el País Vasco durante la tarde del pasado viernes 23 de octubre. Iñigo Urukullu, el lehendakari de Euskadi, después de que el Tribunal Superior de Justicia de la comunidad tumbara una serie de restricciones sociales, solicitó un estado de alarma nacional con competencias delegadas en los gobiernos autonómicos.
Entre el viernes y el sábado por la mañana, otras nueve lo solicitaron. Estas son Asturias, Extremadura, La Rioja, Cataluña, Navarra, Cantabria, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y las Islas Baleares. A ellas, se unió el gobierno de la ciudad autónoma de Melilla. Asimismo, la medida cuenta con el apoyo de los gobiernos de Aragón y del archipiélago canario, que no lo han solicitado.
La cascada de solicitudes provocó que Sánchez convocara un Consejo de Ministros extraordinario durante el fin de semana para decretar el estado de alarma, a pesar de que hubiera programado para el lunes una conferencia en la que el presidente iba a escuchar todos los cabezas regionales.
La medida permitirá que los gobiernos regionales puedan establecer un toque de queda que ponga límites a la vida social nocturna de los españoles, uno de los mayores focos de contagios, según apoya el Ministerio de Sanidad. El mecanismo no supondrá un confinamiento domiciliario.
Un estado de alarma “largo”
Fuentes de la Moncloa aseguran que será un estado de alarma “largo”. Aunque, de acuerdo con el artículo 116 de la Constitución, la medida solo puede fijarse durante 15 días, el Ejecutivo tiene la intención de prolongarlo hasta diciembre. Espera contar con el apoyo suficiente durante la única votación de prórroga que Sánchez tiene en mente.
En principio, cuenta con el apoyo necesario para poner en marcha su plan, tanto por parte de los diferentes grupos políticos del Congreso como por parte de los gobiernos de las comunidades autónomas. La Comunidad Valenciana, por ejemplo, prevé decretar el toque de queda durante un mes y medio, hasta el 9 de diciembre.
Con el estado de alarma, el gobierno de Sánchez también quiere poner límites a toda la actividad y movilidad que se espera durante los dos puentes festivos nacionales que quedan hasta final de año.
La fiesta de Todos los Santos cae este año en domingo, por lo que varias comunidades pasan el festivo al lunes. Además de frenar la movilidad que se prevé entre el viernes 30 de octubre y el lunes 2 de noviembre, el estado de alarma quiere impedir las tradicionales aglomeraciones en los cementerios y las fiestas de Halloween.
El Gobierno también pretende que el estado de alarma cubra el Puente de la Constitución, de forma que haya límites a los movimientos interprovinciales que se esperan. Puesto que este año el día 6 cae en domingo y la mayoría de las comunidades han establecido un puente hasta el martes 8, se queda libre un espacio que podría ser utilizado para viajes y escapadas que podrían resultar muy dañinas para lucha contra la propagación de la COVID-19.
Con todo esto, el Gobierno espera salvar la Navidad de este año, uno de los mayores momentos de consumo de los habitantes del país. Tanto los empresarios como los políticos están realizando todo lo posible para salvar estas fechas de la mejor manera posible. No obstante, esto no implica que vayan a ser unas Navidades sin ningún tipo de restricciones.
En cualquier caso, si el estado de alarma que se decretará este domingo no consigue frenar el avance del virus antes de diciembre, el Ejecutivo central lo alargará todo lo necesario para poner fin a esta segunda ola.
Todo este esfuerzo hasta diciembre permitiría a España tener una Navidad lo más “normal” posible dentro de los límites que pone la situación de pandemia.