La Constitución Española establece qué es el Estado de alarma, cuando es aplicable, cómo se ha de hacerlo y porqué. En toda la historia de la democracia solo ha sido declarado dos veces y es una legislación excepcional ante una situación límite.
La Constitución Española dicta que el Estado de Alarma se dicta «declarado por el Gobierno mediante decreto acordado en Consejo de Ministros por un plazo máximo de quince días, dando cuenta al Congreso de los Diputados, reunido inmediatamente al efecto y sin cuya autorización no podrá ser prorrogado dicho plazo”, y en ese Consejo de Ministros se decide en qué territorios se aplica: en este caso, en Madrid.
Este Estado se aplica a través de la Ley Orgánica 4/2981 cuando «cuando circunstancias extraordinarias hiciesen imposible el mantenimiento de la normalidad mediante los poderes ordinarios de las Autoridades competentes», y estas medidas excepcionales «serán en cualquier caso las estrictamente indispensables para asegurar el restablecimiento de la normalidad.
Su aplicación se realizará de forma proporcionada a las circunstancias«.
El Estado de Alarma se da cuando hay catástrofes, accidentes de gran magnitud, crisis sanitarias, cuando se paren servicios públicos esenciales y situaciones de desabastecimiento de productos de primera necesidad. Cuando se da, se puede limitar la circulación y la movilidad de la ciudadanía, condicionarla a requisitos excepcionales, requerir de sus bienes, intervenir o ocupar industrias, limitación del servicio de productos de primera necesidad y la aplicación de órdenes de funcionamiento en servicios esenciales como mercados de alimentación.
Este estado solo se ha aplicado dos veces en la historia de la democracia: la primera en 2010, por parte del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, por la huelga de controladores. En ese estado, asumió el control del tráfico aéreo el Ministerio de Defensa. La segunda vez fue el pasado 14 de marzo, cuando la situación causada por la pandemia del coronavirus provocó una alerta sanitaria sin precedentes que ahora parece repetirse en Madrid: en la capital ya ha sido decretado el Estado de Alarma, aunque con medidas más laxas, sobre todo para evitar los desplazamientos en el puente del Pilar.
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