El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acudió a la reunión con Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. Las medidas de la reunión entre Sánchez y Ayuso después de esta tregua política, incluyen un grupo COVID-19, una «ley de pandemias» y la disposición de cualquier ayuda para frenar la pandemia y controlar la situación en la capital.
La primera cumbre bilateral por la pandemia entre el jefe del Ejecutivo y un presidente autonómico fue «satisfactoria» y «necesaria», según explican miembros de los equipos de los dos líderes. Sánchez y Ayuso optaron por un cara a cara, una reunión a solas, sin ningún miembro de sendos gabinetes presentes.
En la conversación sobre medidas de esta reunión entre Sánchez y Ayuso, se incluyeron los contagios del extranjero. El presidente del Gobierno declaró que está dispuesto a estudiar más medidas en Barajas, pero que del número de contagios después del estado de alarma, «solo un 0,2% provienen de Barajas». «Debemos centrarnos donde realmente está el problema y el foco de propagación del virus» declaraba Sánchez.
Ayuso pidió «una ley orgánica específica para hacer frente a una pandemia». La propuesta es una norma jurídica específica que sirva de alternativa al estado de alarma ‘a la carta’ que Moncloa ha puesto a disposición de las autonomías. «La epidemia va a durar un tiempo y no tenemos herramientas legales que nos garanticen que se cumplen las ordenanzas», reclamó Ayuso.
Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso han llegado a un acuerdo para crear el llamado Grupo COVID-19, que consistirá en un espacio de cooperación entre ambas administración que se reunirá semanalmente para analizar la evolución de la pandemia en Madrid.
Cuando hay 37 zonas confinadas en la capital, y la idea de reabrir el hospital de Ifema está en el aire, el presidente del Gobierno pone a disposición de la comunidad «medios logísticos, sanitarios, apoyo legal, recursos jurídicos y medios policiales. Todo lo que consideren que necesitan para doblegar la curva».
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