Acuerdo histórico EU
Los líderes políticos de la UE cierran un acuerdo histórico para llevar a cabo el fondo de recuperación de los países europeos para paliar los daños económicos que ha causado la crisis del coronavirus.
En la cumbre europea más complicada y larga que se recuerda se ha conseguido llegar, en los últimos momentos, a un pacto que parecía imposible.
Más de 90 horas consecutivas de reuniones, encuentros bilaterales y disgustos. Con dos bloques con ideas contrarias. Norte y Sur han peleado para conseguir un acuerdo afín a sus ideas. El resultado: un acuerdo histórico que pretenderá ser útil para la reconstrucción de Europa.
Los Jefes de Estado y de Gobierno de los 27 países han logrado acordar el Presupuesto de la Unión Europeahasta 2027 y el Fondo de Recuperación tras la pandemia. El paquete final de ayudas que proporcionará el fondo de recuperación de la UE será de 750.000 millones de euros, de los cuales, 390.000 millones serán destinados a transferencia directas y 360.000 millones en créditos.
La propuesta de última hora vino por parte del Presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que propuso 390.000 millones en transferencias directas, sin pasar, así, del umbral de los 400.000 millones como pedían España, Portugal o Italia ya que esto supondría un problema económico para el continente.
Este acuerdo final trae unas consecuencias. Erradicar más de 100.000 millones en subvenciones directas provocará recortes brutales en el Fondo de Transición Justa, que pasará de 30.000 a 10.000 millones. Los Fondos de Desarrollo Rural (PAC) caen a menos de la mitad (7.000 millones) o el Programa de Salud que podría desaparecer.
España recibirá en torno a 140.000 millones en transferencia directa. Aún así, este pacto por un fondo de recuperación implica realizar reformas en un futuro, como se realizarán en la mayoría de países europeos. Uno de los aspectos positivos que favorece a España respecto de los frugales, y sobre todo de Holanda, es que no se impondrá un veto como así quería el primer ministro holandés, Rutte.
Un aspecto que podría favorecer a priori a las expectativas del bloque del sur. No existe el derecho a veto por parte de ningún país, pero si la potestad para retrasar hasta tres meses cualquier proceso.
Los grandes jefes de estado salían conforme del pacto alcanzado. «Europa ha demostrado que es capaz de abrir nuevos caminos», destacaba Merkel. «Un día histórico para Europa», resaltaba Macron. «Se ha escrito una de las páginas más brillantes de la historia europea, un auténtico Plan Marshall», expresaba el presidente español, Pedro Sánchez.
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