Los 27 países de la Unión Europea se estancan en la negociación sobre los fondos europeos. Los vetos y las subvenciones están siendo un tema de controversia entre los países del norte y del sur del viejo continente.
Hasta el momento, ha sido imposible poner de acuerdo a los 27 países para crear un pacto sobre los fondos de recuperación de la Unión Europea para mitigar los efectos del coronavirus.
Durante estos tres últimos días, las negociaciones han sido un tira y afloja entre dos bloques: el norte, llamados frugales, quieren tener el control para el reparto de ayudas y apuestan por los créditos antes que las transferencias a fondo perdido; por otro lado, el sur, con España e Italia como países más afectados por el coronavirus, quieren logar un «acuerdo ambicioso» y mantener una mayoría de subsidios.
La Canciller alemana, Ángela Merkel, habló el domingo de «enormes diferencias» entre los dos bloques. Los frugales, o el norte, lanzaron su última propuesta basada en un fondo de 700.000 millones, mitad transferencias mitad créditos, pero contando siempre con el derecho a veto. Esta idea fue rechazada, de nuevo, por Macron, Merkel y Sánchez.
Por parte del sur se lanzó una respuesta en forma de 400.000 millones en préstamos directos y otros 350.000 millones en créditos. Una idea que países del norte como Suecia, Dinamarca, Austria y Países Bajos lo rechazaron de inmediato.
Durante estos últimos tres días se han dado diferentes formas de abordar el pacto, pero ninguna ha sido del agrado de los dos bandos. El sur insiste en lo «urgente» de la creación del pacto de los fondos europeos. El norte, por su parte, «no tiene ninguna prisa».
Holanda, con su primer ministro Mark de Rutte, parece haberse erigido como principal escollo para los paises del sur. Los holandeses junto al resto de países del norte insisten en tener la opción de bloquear la concesión de ayudas en cualquier momento, uno de los aspectos que más rechaza el bloque del sur.
«Rutte tiene elecciones el año que viene, y juega con esa baza» cuentan fuentes cercanas. Lo cierto es que el primer ministro holandés se está posicionando como el principal escollo para países como España o Italia en el intento de conseguir ayudas más que necesarias en este momento para paliar la crisis del coronavirus.
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