La solicitud del tercer grado para los presos del procés está provocando divisiones entre los socios del Govern.
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Las prisiones catalanas de Lledoners, Wad-ras y Puig de les Basses se han puesto de acuerdo para solicitar el tercer grado a los presos del procés. Los 9 condenados por el Tribunal Supremo por delitos de sedición en el 1-0.
Así lo ha anunciado el secretario de medidas penales y alternativas, Armand Calderó.
¿Qué supone la solicitud del tercer grado?
A principios de año, la Conselleria de Justicia de la Generalitat Catalana concedía el segundo grado a los presos del procés, de acuerdo a la solicitud de las instituciones penitencias.
Transcurridos seis meses de la aprobación del segundo grado, las juntas de tratamientos de las prisiones anuncian la solicitud de semilibertad a los presos del procés.
Un tercer grado que permitirá a los condenados pasar los fines de semana en sus domicilios particulares y solo acudir a prisión para dormir. Además, podrán participar en actos de campaña, ya que la sentencia no les inhabilita para participar en actos políticos.
Plazos para ratificar la solicitud
La solicitud llega con la «nueva normalidad«, a una semana de que el plazo expirase. El 9 de julio era la fecha de vencimiento para ellos. Ahora, la conselleria de Justicia tiene dos meses para modificar un 5% de las propuestas de cambio de grado presentadas. Será entonces cuando la consejería decida si la propuesta de tercer grado se ratifica o se desestima.
Y, dado que la fiscalía solo puede desestimar el 5% de las propuestas de las prisiones, es muy probable que el tercer grado sea concedido a los presos del procés. En ese caso, todo apunta a que la fiscalía recurrirá la decisión al Tribunal Supremo en última instancia.
División de opiniones
Según han declarado las instituciones penitenciarias, las solicitudes de segundo y tercer grado han provocado largas disputas para llegar a acuerdos. Discrepancias que van más allá de las instituciones y a las que también se enfrentan ahora los socios del Gover.
JxCat es partidario de que se les conceda el tercer grado. Por su parte, ERC prefiere mantener el segundo grado y no arriesgarse al posible recurso que la fiscalía pueda presentar ante el Tribunal Supremo. ERC se decanta por mantener la aplicación del artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario. Una medida que permite a los presos poder salir de prisión entre semana para trabajar o hacer labores de voluntariado, como ya pasó con Iñaki Urdangarin.