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El Ministerio de Interior ha nombrado este viernes al general José Manuel Santiago Marín como jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil. Así aparece publicado desde hoy en el Boletín Oficial del Estado (BOE). En sustitución, Interior nombra al General de Brigada Moisés González Sasma como Segundo jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, el «número dos» de este órgano.
Era coronel hasta que el 25 de enero, la ministra de defensa, Margarita Robles, le nombrara General de Brigada. Un mes después, el 25 de febrero, Santiago Marín ascendía al segundo puesto en la Guardia Civil tras ser nombrado por el ministro Grande-Marlaska.
Además, desde que el pasado 25 de marzo el director adjunto operativo de la Guardia Civil, Laurentino Ceña, se contagiase de Coronavirus, el General le ha sustituido.
Sin embargo, estos últimos meses ha estado en el punto de mira por otros motivos. Todo por unas declaraciones con las que, el ahora jefe del Estado Mayor, ha pretendido minimizar los bulos contra el Gobierno surgidos durante la pandemia del coronavirus.
Ocurrió en el mes de marzo, cuando Santiago Marín era preguntado sobre las medidas adoptadas para combatir los bulos del gobierno. Así respondía:
«Estamos trabajando para evitar el estrés social que producen estos bulos y para minimizar el clima contrario a la gestión de la crisis por parte del Gobierno»
Unas polémicas declaraciones por las que Santiago Marín ha recibido múltiples críticas por parte de los partidos de la oposición. Pero no solo él. Pablo Casado, presidente del Partido Popular, acusaba en marzo a Pedro Sanchez de estar utilizando a la Guardia Civil para «censurar» a la población.
El Ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, atribuyó a un «lapsus» las declaraciones de Santiago Marín. Incluso la propia Guardia Civil se vio obligada a publicar un comunicado para corregir dichas declaraciones:
«La labor de monitorización que realizan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, y en las que participa la Guardia Civil, está destinada exclusivamente a detectar aquellos bulos y desinformaciones que generan un gran nivel de estrés y alarma social, especialmente en temas de salud. Se hace siempre con escrupuloso respeto al derecho a la libertad de expresión y a la crítica»
En su defensa, el jefe del Estado Mayor, respondía:
“En mis 40 años de profesión, en la lucha contra ETA, en la academia, en las misiones en el extranjero, y en la lucha contra esta pandemia, si algo he aprendido es que lo primero son las personas, no hay ideologías”
En los últimos meses se han producido importantes destituciones dentro del Instituto Armado. Una de las decisiones más polémicas fue el cese del coronel Diego Pérez de los Cobos, como máximo responsable de la comandancia de Madrid, por parte de María Gámez, la directora del Instituto Armado. Días después, ella misma nombraba al teniente coronel David Blanes González como sustituto del coronel Perez de los Cobos. Una decisión que ha dado lugar a una de las mayores crisis protagonizadas por el Ministerio de Interior, dirigido por Fernando Grande-Marlaska.
Ahora, con el nuevo nombramiento del general José Manuel Santiago Marín, el Ministerio, así como el Instituto Armado, pretenden zanjar cualquier polémica de crisis dentro de las Instituciones, acatando estas decisiones a una «reestructuración del equipo».
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