El Ministerio de Sanidad, encabezado por Salvador Illa, declara guerra contra el tabaco. Junto con las asociaciones, como el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo, la Sociedad Española de Neumología (Separ) o la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), se planea luchar contra el tabaquismo en todas sus versiones.
Nuevas restricciones en la ley del tabaco.
Salvador Illa considera el tabaquismo uno de los problemas más graves de salud pública en España dado que es la causa de 50.000 muertes al año.
Aunque el ministro se reunió con sociedades médicas, científicas y asociaciones contra el tabaco, todavía no ha anunciado medidas concretas.
Esperando su aparición en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, Illa declaró su voluntad de avanzar en la legislación. Se trata de una ley urgente y subrayó la necesidad de nuevas medidas específicas. Las nuevas formas de fumar están al margen de la legislación, y por tanto tienen que ser reguladas.
Las posibles modificaciones, que endurecerían la Ley Antitabaco de 2005, apuntan a tapar los vacíos que todavía hay sobre la publicidad y el uso de los nuevos dispositivos en espacios públicos. El objetivo sería ampliar los espacios sin humo, como por ejemplo estadios o coches, especialmente si en ellos viajan menores.
Hoy en día, los cigarrillos electrónicos y dispositivos de vapeo se consideran productos del tabaco. En consecuencia se aplican las mismas restricciones de puntos de venta, espacios libres de humo y publicidad del tabaco clásico. El problema es que esos dispositivos de tabaco calentado, aunque a veces utilizan nicotina, dado que no derivan propiamente del tabaco se pueden publicitar y utlizar en espacios públicos.
Gran esfuerzo también por parte de las asociaciones contra el tabaquismo. Este jueves reclamaron al Ministerio el aumento del coste del tabaco y la equiparación de impuestos en los distintos tipos. Andrés Zamorano, presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, sostiene que se trata de la medida más eficaz. Un incremento del 10% de los impuestos impediría que un 4% de jóvenes comenzara a fumar. Illa tampoco ha concretizado esa posibilidad, simplemente dijo que «el compromiso del Ministerio sobre esta cuestión es firme».
La última Encuesta sobre Alcohol y Drogas en España (EDADES), elaborada por el Ministerio de Sanidad, revela que el 34% de las personas entre 15 y 64 años consume tabaco de manera diaria. Con respecto al 32,8% cuando entró en vigor la Ley Antitabaco de 2005, reformada cinco años después. Pese a las restricciones, el tabaquismo está aumentando en la última década.
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