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¿Es posible blanquear los dientes en casa? Definitivamente sí. Pero siempre habrá que huir de los consejos de supuestos “profesionales” que recomiendan métodos como el uso de bicarbonato de sodio o el agua oxigenada. Existen, de hecho, en el mercado, numerosos productos destinados específicamente al blanqueamiento altamente efectivos.
En este sentido, las férulas blanqueadoras constituyen una opción brindada por los propios odontólogos. Si bien es verdad que no resultan del todo equiparables a las utilizadas por una clínica dental, sirven muy bien para eliminar manchas superficiales. Normalmente, basta con una media hora para conseguir el efecto deseado.
Las pastas dentífricas blanqueadoras son otro clásico muy práctico. Sobra decir que no hace falta receta. Además, cabe señalar que contienen una menor cantidad de ingredientes decolorantes que los empleados en las consultas odontológicas. Así, las leves imperfecciones pueden resolverse fácilmente. Para temas más complejos, siempre se deberá acudir a nuestro dentista de confianza.
Además del color tendente al amarillo del esmalte, también pueden aparecer manchas marrones en los dientes. Las principales causas se deben a una acumulación excesiva de sarro que deviene en caries. Por eso, resulta fundamental disminuir la ingesta de alimentos ricos en glucosa, como determinadas bebidas. También suele aparecer en personas de edad mediana, al quedar la dentina expuesta por desgaste.
Pero, además del sarro, curiosamente, un exceso de flúor puede ocasionar estas temidas sombras marrones. Se reportan numerosos casos en niños, cuyo organismo se muestra más propenso a acumular este mineral. En cuanto a enfermedades, la celiaquía, un traumatismo o la fiebre alta también afectan al desarrollo óseo, lo que propicia la aparición de este problema.
Una correcta higiene dental ayudará sobremanera a la aparición tanto de sarro como de manchas. También se recomienda el uso de hilo dental y, por supuesto, la evitación del consumo excesivo de azúcar.
Y, cuando la caries ha llegado definitivamente, el dentista es el único profesional que puede abordar el problema. En función de su estado, se recurrirá al empaste, la endodoncia o incluso el implante. Las carillas también se usan en personas con problemas permanentes en el esmalte.
Una buena limpieza dental y curetaje también ayudan a blanquear el diente por parte de los profesionales. Así, como complemento a una buena higiene, con dentífricos blanqueadores o carillas, siempre resulta obligatoria la visita al dentista, quien averiguará la causa principal del desorden. Una vez solucionado el problema, se enfrentará a la vida con la mejor de las sonrisas.
No olvide lavarse los dientes, al menos, dos veces al día, después de cada comida. No se salte tampoco de los espacios interdentales, ayudándose de la seda o el hilo dental. Evite el azúcar y, en la medida de lo posible, el tabaco, así como las bebidas que manchen los dientes y visite al dentista de forma regular, aunque no tenga ningún problema. Y coma más manzanas.
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