Descubre lo que hay detrás del debut de Tony Effe en el Festival de Sanremo 2025.
Un debutto esperado y sorprendente El rapero romano Tony Effe ha hecho su esperado debut en el Festival de Sanremo 2025, un evento que ha capturado la atención de millones de fanáticos. Con su canción «Damme ‘na mano», Tony llevó al escenario una balada que narra la vida en Roma, expresando emociones profundas y auténticas.
Su actuación fue recibida con entusiasmo, pero no faltaron las polémicas relacionadas con su apariencia y un episodio que desató su ira. La apariencia angelical y la verdadera identidad de moda Para su primera aparición, Tony eligió un look inesperado: un traje blanco de Gucci, con guantes cortos color burdeos y tatuajes cubiertos por una pesada base.
Sin embargo, durante la tercera noche, decidió mostrarse en toda su autenticidad, vistiendo un traje de cuero oversize y dejando al descubierto sus tatuajes y abdominales. Esta elección suscitó reacciones contrastantes entre los fanáticos y los expertos en moda, pero sin duda destacó su personalidad audaz. Un episodio candente antes de la actuación A pesar de que su actuación fue bien recibida, Tony Effe vivió un momento de gran frustración poco antes de subir al escenario. En una entrevista en Rai Radio 2, reveló que se enfureció cuando uno de sus estilistas le quitó una de sus valiosas cadenas. «¡Estoy muy enojado, miren qué hermosa es mi cadena!», declaró, expresando su descontento de manera colorida. Este episodio añadió un toque de drama a su debut, haciéndolo aún más memorable. Reflexiones post-actuación Después de su actuación, Tony fue invitado al Dopo Festival conducido por Alessandro Cattelan, donde continuó discutiendo su experiencia. A pesar de su ira inicial, admitió sentirse menos enojado y querer revisar su actuación para evaluar su desempeño. «Sanremo ha terminado para mí hoy, fin», comentó, destacando su frustración pero también su deseo de mejorar. Esta mezcla de emociones convirtió su debut en el Festival de Sanremo 2025 en un momento para recordar.
