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La reciente DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) ha dejado una huella imborrable en Valencia, especialmente en localidades como Catarroja. Las imágenes de calles inundadas, casas destruidas y familias desamparadas son un recordatorio del poder devastador de la naturaleza.
María Casado, reportera de Informativos Telecinco, ha sido testigo de esta tragedia, recorriendo las calles y escuchando las historias de aquellos que han perdido todo. La desesperación se siente en el aire, y los vecinos claman por ayuda en medio del caos.
En Catarroja, los residentes se han visto obligados a enfrentarse a una situación inimaginable. Miguel, un vecino que apenas logró escapar de la inundación, recuerda cómo el agua arrasó su clínica. “Conseguimos salir de milagro”, dice, mientras reflexiona sobre la incertidumbre de su futuro. La falta de alertas previas ha dejado a muchos en estado de shock, como una madre que salió del dentista y se encontró con el agua a la altura de su cintura. La sensación de indefensión es palpable, y la frustración crece a medida que la ayuda de las autoridades tarda en llegar.
María Casado ha denunciado la falta de respuesta por parte de las autoridades, un sentimiento compartido por muchos de los afectados. “Estamos abandonados”, es una frase que resuena entre los vecinos, quienes sienten que sus voces no son escuchadas. A pesar de los esfuerzos de los voluntarios y la comunidad, la ayuda institucional parece escasa. La rabia y el cansancio se apoderan de aquellos que han vivido un verdadero infierno. La DANA se ha ido, pero sus consecuencias permanecerán en la memoria colectiva de Valencia durante mucho tiempo.
Las intensas lluvias causan estragos en varias localidades del sureste de España.
El gobierno moviliza recursos para atender a los afectados por la DANA en Valencia.