Las lluvias de octubre superan los valores normales en gran parte del país.
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Precipitaciones acumuladas en octubre
Durante el mes de octubre, España ha experimentado un notable aumento en las precipitaciones acumuladas, alcanzando un promedio de 134 litros por metro cuadrado (l/m²) entre el 1 y el 29 de octubre. Este dato representa un incremento del 89% en comparación con el promedio habitual de 71 l/m² para este periodo.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha confirmado que las lluvias han superado los valores normales en casi toda la Península, con la excepción de la costa de Cataluña.
Distribución de las lluvias
Las precipitaciones han sido especialmente abundantes entre el 23 y el 29 de octubre, afectando a diversas regiones del país.
La DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que se situó en el golfo de Cádiz ha sido la causa principal de este fenómeno meteorológico. Las áreas más impactadas incluyen el levante peninsular y el sur de Castilla-La Mancha y Andalucía. En el interior de Valencia y Castellón, las lluvias han superado los 200 l/m², con algunos puntos alcanzando cifras aún más elevadas, según Aemet.
Regiones más afectadas
En el sur de Albacete, las precipitaciones se han situado en torno a los 150 l/m², cifras similares se han registrado en el interior de Málaga y Granada. Entre las localidades con mayores acumulaciones destacan 130 l/m² en Hondarribia/Malkarroa, 110 l/m² en Teruel, y 109 l/m² en Ceuta. El aeropuerto de Málaga ha registrado 100 l/m², mientras que en San Sebastián/Igueldo se han contabilizado 89 l/m² y 87 l/m² en el aeropuerto de Barcelona. El miércoles 30 de octubre, las lluvias continuaron en los cuadrantes suroeste y noreste, destacando la provincia de Cádiz con más de 80 l/m² en su interior y más de 100 l/m² en la sierra de Grazalema.
Consecuencias de la DANA
La llegada de esta DANA ha generado preocupación entre los meteorólogos, quienes habían anticipado su virulencia. A pesar de los avisos previos, la magnitud de las lluvias ha superado las expectativas, lo que ha llevado a cuestionar qué se ha hecho mal en la gestión de estos fenómenos. Las autoridades locales están evaluando los daños y preparando medidas para mitigar el impacto de futuras lluvias intensas. La situación actual pone de relieve la necesidad de una mayor preparación ante eventos climáticos extremos, que parecen volverse cada vez más frecuentes en el contexto del cambio climático.