El sello Welfair se otorga a empresas dedicadas a la cría de animales para consumo humano que garanticen que cada uno de estos reciban un tratamiento correcto, desde el nacimiento, crecimiento, engorde y sacrificio. Todo ha de discurrir por los cauces correctos y se ha de evitar cualquier tipo de sufrimiento animal innecesario.
Aunque se trate de animales destinados al consumo humano, deben de ser criados y sacrificados con las condiciones más humanas posibles. Para determinar esto, hay entidades que otorgan el sello Welfair, que garantiza que la empresa cumple con todas las características que se ixigen por normativa.
Sin embargo, el Observatorio de Bienestar Animal (OBA) ha detectado unas prácticas que van en contra de esa manera trabajar y lo más grave de todo es que se realizan en una empresa que cuenta con el sello Welfair.
Una granja porcina de Quintanilla del Coco, en Burgos, ha sido puesta en el punto de mira al ser publicado un vídeo en el que se ven las condiciones insalubres y sin atenciones adecuadas a las que se somete a la piara que se cría en ella.
En escenas mostradas, se pueden ver situaciones de canibalismo entre los cerdos, cerdas con grandes hernias, alguna de las cuales llegan a pesar varios kilos, plagas de ratas e incluso lechones en situación de abandono y que sufren una muerte agónica. Todo esto, entre otras muchas cosas que se pueden considerar maltrato animal.
La respuesta de AENOR no se ha hecho esperar y ha retirado el sello de calidad, garantía de buen trato a los animales, una vez se ha conocido esta noticia. Sin embargo, siguen habiendo serias dudas sobre la validez de esta garantía de calidad.
De hecho, la última auditoría, que validó la posesión del sello se realizó el 27 de agosto de 2023. Las imágenes del vídeo se registraron apenas seis después de esa auditoría, lo que genera serias dudas sobre la realización de estas visitas de control y sus conclusiones.
Mejoras para evitar estas situaciones
Desde AENOR se han lanzado nuevas propuestas para evitar estas situaciones, pero no acaban de convencer por ser consideradas demasiado laxas. Desde la organización se propone realizar un 20% de auditorías sorpresa. Sin embargo, según comenta Julia Elizalde, gerente de campañas de OBA, esto es insuficiente y queda como una solución que sirve más como maquillaje de la realidad que como una propuesta eficaz y no garantiza la transpariencia con el consumidor.
De hecho, según Elizalde, las medidas planteadas por AENOR para incrementar el bienestar animal son totalmente voluntarios, así que las empresas que no cumplan con la ley no se adherirán a ellas y seguirán contando con el sello.
Desde OBA se pide que haya un etiquetado más transparente y que se registren con el mismo solo a las empresas que realmente trabajen para ofrecer estos procesos con bienestar animal y garantía de calidad de vida y sacrificio de los animales destinados al consumo humano.
No es la primera vez que se encuentra esta situación, ya que en 2022 se hicieron públicas imágenes similares en una granja de cría de pollos de engorde, a la que IRTA retiró también el sello de calidad.
OBA trabaja junto a profesionales que abogan por un tipo de ganadería que huya del sistema de macrogranjas, por lo que realiza acciones para mostrar lo que ocurre de puertas adentro en las granjas de ganadería intensiva y en mataderos que hacen que prevalezca el beneficio económico al bienestar animal.
La falta de información y la crítica a la gestión del Gobierno central tras la catástrofe
Aprovechando las características extremas del sitio, un artista local decidió plantar un árbol en medio del mar Muerto para concienciar a los turistas.