La flor apodada como "planta de cadáveres" por el olor que desprende, volverá a abrirse de nuevo en el condado de San Diego, California.
La flor apodada como «planta de cadáveres» por el olor que desprende, volverá a abrirse de nuevo en el condado de San Diego, California.
Se abre de nuevo
Quienes han experimentado el aroma de la enorme flor Amorphophallus titanum lo comparan con el hedor de la carne podrida que ha estado expuesta al sol durante varios días.
Los habitantes del condado de San Diego tendrán la oportunidad de comprobarlo por sí mismos en los siguientes días, cuando se espera que una de estas enormes flores, conocida comúnmente como flor cadáver, alcance su máxima floración en el Jardín Botánico de San Diego, en Encinitas.
Atrae a miles de turistas
La planta gigante se ha convertido en la atracción principal de la zona. Lo cierto es que el domingo por la tarde, anunciaron que se habían agotado las entradas programadas para visitantes a causa de la gigante «planta de cadáveres».
Se espera que más de 5 mil personas admiren la floración de la planta Amorphophallus titanum, que comenzó el domingo por la tarde.
La planta de cadáveres
La floración de la «planta del cadáver» dura solo 48 horas y durante su apogeo emite un olor pútrido a carne podrida para atraer a los escarabajos carroñeros y las moscas de la carne que ayudan a su proceso de polinización.
La planta cadáver tarda entre siete y diez años en producir su primera floración. Después, solo florece cada cuatro o cinco años.
El «olor a cadáver podrido de la flor en flor que era tan espeso y pesado que se podía cortar con un cuchillo», dijo John Connors, gerente de horticultura de los Jardines Botánicos de San Diego.
El olor pútrido de la flor está diseñado para atraer a los escarabajos de la selva que consumen carroña y a las moscas de la carne que polinizan los diminutos floretes de su centro para producir las bayas de las semillas. Pero sin estos polinizadores naturales en el Jardín Botánico de San Diego, la planta debe ser polinizada a mano para que crezcan las semillas.
La última vez que la planta floreció en el Jardín Botánico de San Diego en 2018, miles de visitantes acudieron a ver y oler la flor.
