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Involcan informa de que el volcán en erupción de La Palma ha vuelto a su fase más explosiva. El aeropuerto sigue cerrado y las coladas continúan su camino al mar.
El Departamento de Seguridad nacional y el Instituto Volcanológico de Canarias informan de que el volcán de Cumbre Vieja, en La Palma, vuelve a su fase más explosiva.
El último informe del IGN registra 41 nuevos terremotos en la zona afectada por la reactivación volcánica de Cumbre Vieja. Seis de los sismos han sido sentidos por la población. Se ha notificado que cinco de los terremotos son de magnitud superior a 3,5 (mbLg).
La mayor parte de los hipocentros están localizados a 10-15 km de profundidad, salvo 4 de los terremotos con hipocentros a profundidades superiores a 35 km.
La lava del volcán de La Palma ha ocupado nueve hectáreas más en las últimas horas, hasta un total de 431, tras producirse una bifurcación cerca de la costa de la colada principal.
La colada principal que brota desde el volcán de la Cumbre Vieja de La Palma ha encontrado un nuevo camino hacia el mar. En la ruta que ya trazada, la lava se encontró con la montaña de Todoque, cuya orografía frenó el fluido magmático, hasta que rebosó y se bifurcó en un nuevo río que desemboca entre la playa de Los Guirres y El Charcón.
Los municipios de El Paso y Los Llanos fueron los mas afectados por el empeoramiento del aire. Científicos han llegado a registrar concentraciones de dióxido de azufre (SO2) han sido de hasta 667 microgramos por metro cúbico durante una hora en la estación portátil de El Paso (entre las 6.00 y las 7.00 de la mañana de ayer) y de hasta 364 microgramos por metro cúbico en la unidad móvil instalada en Los Llanos de Aridane (entre las 8.00 y las 9.00 de la mañana).
La dirección del viento dirige el penacho de cenizas y ácido sulfúrico hacia el oeste, lo que ha tenido implicaciones directas en la operatividad del aeropuerto de La Palma debido a la caída y acumulación de cenizas.
La falta de información y la crítica a la gestión del Gobierno central tras la catástrofe
Aprovechando las características extremas del sitio, un artista local decidió plantar un árbol en medio del mar Muerto para concienciar a los turistas.