Temas cubiertos
Con el final del verano, llega el otoño y el habitual cambio de hora de invierno en España. En octubre los días se hacen más cortos, hay menos horas de sol y toca volver a cambiar la hora.
El cambio de horario se da el último domingo de octubre cada año y forma parte de la Directiva Europea 200/84 CE que establece la aplicación del horario de verano del mes de marzo hasta el mes de octubre.
Así como lo indicó el el Instituto Geográfico Nacional, según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional, el otoño inició el 22 de septiembre a las 21 horas y 21 minutos hora oficial peninsular.
El verano finaliza con el comienzo del otoño, una estación que dura 89 días y 20 horas terminando el 21 de diciembre, día en el que inicia el invierno.
Esta norma es obligatoria en todo los países miembros de la UE que tiene como objetivo el ahorro energético aprovechando las horas de luz natural en el día.
El domingo 31 de octubre se retrasa el reloj para adaptarnos al horario del invierno, es decir:
«A las 3 de la madrugada hora peninsular habrá que retrasar el reloj hasta las 2 ( las 2 de la madrugada en Canarias pasarán a ser la 1) retomando el horario del invierno.» Lo explica el ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
El ministerio también señala que es la «época del año en que la longitud del día se acorta más rápidamente«.
Según como lo argumentaba la Comisión Europea en 1999, esta actividad de cambio de horario es una ventaja para los sectores de las comunicaciones y el transporte, para la seguridad vial, la salud, el turismo y las condiciones de trabajo.
«Dado que el objetivo de la armonización completa del calendario de la hora de verano con el fin de facilitar los transportes y las comunicaciones no puede ser alcanzado de manera suficiente por los Estados miembros, y por consiguiente puede lograrse mejor a nivel comunitario» publica en el Diario Oficial la Directiva Europea.
En el año 2018, la organización instó a una consulta pública sobre esta normativa con los ciudadanos europeos dando como resultado que el más del 80% de los más de 4 millones de personas que participaron, se mostraron a favor con la propuesta de cambiar esta habitual práctica de cambio horario en Europa.
El no consenso de los países y las evaluaciones del impacto, sumado al no establecer una fecha para dejar de cumplir con la norma, ha hecho que se retrase esta iniciativa en este año que tiene una tentativa de anulación.
El cambio horario inicia desde la Antigua Roma y los egipcios, cuando el reloj de agua para los romanos tenía diferentes escalas en función del mes del año que fuera.
Otro dato se remonta al 30 de abril de 1916 en la Primera Guerra Mundial, cuando el gobierno teutón ordenó que todos los relojes se adelantaran una hora para mitigar el impacto de la luz en el medio ambiente y ahorrar energía para poder continuar con las contiendas del momento.
En esta misma línea de ideas, Estados Unidos presidido por el presidente de ese entonces, Woodrow Wilson, firmó un decreto en 1918 para adelantar una hora. A esto se le suma una iniciativa de varios países alrededor del mundo que buscan como beneficio principal ahorrar energía.
En América Latina, Chile, Paraguay y el Sur de Brasil son algunos países que aplican de forma inversa este cambio de horario porque se encuentran ubicados en el sur del hemisferio. Cabe señalar que no todos sus estados se suman a esta normativa.
LEA TAMBIÉN
Las lluvias torrenciales y sus efectos en la población y la infraestructura española
Análisis de la situación en Paiporta y la respuesta del gobierno ante la crisis