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El volcán de La Palma ha hecho que los peces abandonen las aguas de la costa ante la presencia de lava volcánica. La previsión es que paulatinamente el magma volcánico vaya colonizando el fondo marítimo. Desde el Instituto Español Oceanográfico analizan el comportamiento de los peces en su huida de la isla ante las cataratas de lava que hay en el acantilado.
La lava ya ha llegado al mar. Es por ello que el trabajo que está haciendo a pie de terreno el Instituto Español Oceanográfico es clave. Su objetivo es estudiar y analizar el fondo y la superficie marina. El propósito es saber exactamente cómo va a afectar la erupción volcánica al ecosistema marino y, por supuesto, a los sectores que viven del mar en la isla.
La lava en tierra lo engulle todo, pero en el mar es igual de implacable.
A bordo del Margalef los expertos siguen trabajando, sin descanso, a contrarreloj. Es urgente hacer un mapa submarino antes de que la colada lo cambie todo en el mar. Las modificaciones que creará el magma volcánico la costa insular de La Palma serán definitivas, para siempre.
Es por ello que los trabajadores del Instituto Español Oceanográfico investigan, escudriñan el fondo del mar. Lo más preocupante actualmente es la situación del ecosistema marino, pues previsiblemente ya está afectado por la ceniza volcánica que ha dominado el entorno durante estos últimos días. Los científicos creen que la lava generará un nuevo sustrato, un nuevo hábitat que en breve colonizarán nuevos organismos. Los peces tardarán más en llegar, algunas especies incluso años. Son precisamente los peces fueron los primeros en huir, los pescadores que faenan más allá de la zona acordonada aseguran que las capturas son escasas.
La pérdida del PH provocará la desaparición de especies. Sin embargo, como han hecho muchos peces intentarán alejarse de la zona de peligro. Las más afectadas serán las especies que viven sobre el fondo, que no son móviles y que no podrán huir. El magma del volcán, la fuerza del océano, comienzan a remodelar La Palma, ya declarada como zona catastrófica.
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