Wally, la morsa del Ártico se hizo viral en redes cuando fue encontrada a la deriva en Irlanda. El animal se encontraba a 2.500 kilómetros de su lugar de origen. Esto, despertó la curiosidad tanto de expertos como de cientos de turistas que esperaban verla por las costas europeas.
La presencia del mamífero en Europa se debe a que, posiblemente viajó en un trozo de iceberg que se habría desprendido en el ártico. Pese a no estar en su hábitat, Wally, la morsa no ha pasado desapercibida durante su visita europea, puesto que se le ha visto conduciendo un bote, intentar subir a un barco o tomar sol en las costas del continente.
Después de una travesía de seis meses por Europa, en los que el atractivo para algunos turistas era encontrarse con Wally, la morsa, se dirige a su casa en el Ártico. Así lo develó la organización Seal Rescue Ireland. Si bien, le habían perdido pista durante unos días al mamífero, el pasado 19 de septiembre apareció en el puerto de Höfn (Islandia).
La organización pudo identificar a Wally por las peculiares manchas en su piel. Lo que dejaría sentado que la morsa recorrió otros 1.400 kilómetros de vuelta a casa. Aunque continúa en territorio europeo, Wally, la morsa está a «300 kilómetro del círculo polar ártico».
La novedad de que Wally, la morsa regresa a casa en las costas de Groenlandia no sorprendió a los expertos en vida marina; puesto que habían pronosticado que para el otoño el mamífero encontraría la manera de volver por su cuenta. Esto, debido al cambio de temperatura en el agua.
Si bien, la visita de la morsa por el continente no fue desapercibida en los tres países en los que se le vio, por el contrario, cada día los turistas querían un recuerdo de ésta; encendió las alarmas sobre el cambio climático, puesto que sería el reflejo del deshielo que está ocurriendo en el círculo polar.
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