Los expertos afirman que desde su erupción este pasado domingo, el volcán de La Palma ha emitido más de 20.000 toneladas de dióxido de azufre.
Este pasado 19 de septiembre, el volcán Cumbre Vieja de La Palma erupcionó sobre las cinco de la tarde. Desde entonces, las nubes de ceniza y los gases tóxicos reinan en la isla donde según los expertos habrá contaminación de aguas subterráneas y explosiones en el mar.
La Palma: erupción del volcán
La erupción comenzó a raíz de una fisura de 300 metros, por donde la lava comenzó a salir a través de varias bocas que van variando en número con el paso de las horas.
Los expertos aseguran que la lava no migrará de la ladera oeste del Cumbre Vieja, donde ya ha acabado con numerosas fincas y casas.
La salida explosiva de la columna de lava ha alcanzado los 400 metros de altura y produce un constante rugir. Según los expertos la despensa de magma que contiene el volcán alcanzaría los once millones de metros cúbicos. Sin embargo, según señala el sismógrafo Eduardo Suárez: «el volumen de lava de la corteza se recalcula al alza por como se ha liberado, por la deformación del terreno y por cómo evoluciona».
Por el momento, nadie se atreve a estimar el tiempo exacto que durará la emanación del magma. «No podemos decir cuánto va a durar ni cuándo va parar».
Los gases que salen del volcán emiten: CO2, vapor de agua, azufre y ácido sulfhídrico. Según los cálculos, el Cumbre Vieja emitirá entre 6.000 y 9.000 toneladas de gases cada día. Hasta el momento y según ha informado el presidente de Canarias, el volcán ha emitido más de 20.000 toneladas de dióxido de azufre.
La lava del volcán de La Palma llegará al mar
El Instituto Geográfico Nacional ha querido mandar una advertencia sobre la aguas subterráneas de la zona, las cuales se van a ver contaminadas por los gases del volcán, convirtiendo las reservas de agua potable en aguas inservibles.
Los expertos apuntan a que debido a que la topografía de la isla es muy empinada, la lava seguramente pueda llegar hasta el mar. En el caso de que se de, «el fenómeno puede ser explosivo por la temperatura de la lava (1075 grados) en contacto con el mar. Si se tiene en cuenta que la temperatura de ebullición son 100 grados, terminará siendo explosivo».
Si llegara a tocar el mar, Suárez advierte que además de haber explosiones: «uno de los principales riesgos es la emisión de gases, tanto del vapor de agua a altas temperaturas como gases con cloro».