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El agua caída durante la mañana del domingo 29 de agosto en la localidad castellonense de Benicàssim ha inundado diversos bajos de comercios, viviendas y garajes. Esto ha provocado que numerosas personas hayan tenido que ser rescatadas, además de tener que cortar parte de la carretera N-340, del kilómetro 982 al 990.
Tanto bomberos como ciudadanos se han visto en la necesidad de achicar agua.
La alerta naranja se ha extendido también al resto de la Comunitat Valenciana, así como a Cataluña y Aragón.
De este modo, se ha activado el denominado Plan Especial contra Inundaciones en situación de Emergencia de nivel 1. También se ha solicitado a la población civil que extreme las precauciones, no circulando por la vía pública, y que se aleje totalmente de cauces y ramblas.
No obstante, la ciudadanía se ha volcado en las tareas de achique y algunas enfermeras, motu proprio, se han ofrecido a acercar medicinas a las personas que lo necesiten. Sobra decir que el acceso a todas las playas permanece cerrado pues, en gran medida, muchas calles y aceras se han visto seriamente dañadas. Los bomberos, por su parte, han tenido que rescatar a dos conductores de sus vehículos en una rotonda y se afanan en que no cedan los edificios.
También localidades cercanas como Oropesa o Castelló de la Plana se han visto afectadas por la tromba de agua. En concreto, la primera ha alcanzado los 62,8 litros por metro cuadrado, mientras que, en Castelló, la cantidad es de 21,6. No obstante, pasadas las once de la mañana, la tromba empezó a ceder, de modo que se ha ido normalizando la situación.
En total, han intervenido cinco dotaciones del Consorcio Provincial, diversos camiones cisterna de la Agencia Valenciana de Emergencia y tres unidades de bomberos forestales de la Diputació de Castelló. Según la previsión del Aemet, todavía pueden caer chubascos y tormentas generalizadas en el norte de la provincia de Alicante y en el interior de Valencia.
Desgraciadamente, un hecho tan violento parece precipitar el fin de las vacaciones para muchos veraneantes que optaron por esta parte del Levante para su descanso, en coincidencia con el fin del mes de agosto. Especialmente dañados han sido el barranco de Farja y las playas de Heliópolis y El Torreón. No obstante, se espera hallar una solución lo más pronto posible gracias a la eficaz intervención de la Policía Local, la Guardia Civil y los bomberos.
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