Los árboles bonsái suelen asociarse a Japón, pero ¿sabía que el arte de cultivar árboles en miniatura se originó en la antigua China?.
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Los árboles bonsái suelen asociarse a Japón, pero ¿sabía que el arte de cultivar árboles en miniatura se originó en la antigua China?
Bonsái: conozca la historia y el significado de estos árboles en miniatura
Alrededor del año 700, los chinos empezaron a utilizar técnicas especiales para cultivar árboles diminutos en macetas.
La práctica se conocía como «pun-sai» (o «penzai») y originalmente sólo participaban las clases altas. No fue hasta el periodo Kamakura (1185 a 1333) cuando los árboles en miniatura llegaron a Japón. Hoy en día, los amantes de la naturaleza de todo el mundo cultivan y cuidan sus árboles bonsái como obras de arte vivas.
¿Qué significa bonsái?
Bonsái es una palabra japonesa que significa «árbol en maceta». Sin embargo, el término proviene originalmente de la palabra china «pun-sai» o «penjing», en chino, «pen» significa maceta y «jing», paisaje.
Los bonsáis son una representación en miniatura de la naturaleza, plantados en macetas o contenedores decorativos.
¿Qué simboliza el árbol bonsái?
Cuando los bonsáis se introdujeron en China hace más de 1.300 años, se consideraban un símbolo de estatus entre la élite de la sociedad. Hoy, sin embargo, personas de todo el mundo disfrutan cuidando estas plantas.
Dependiendo de la cultura o las creencias de cada persona, los bonsáis se consideran símbolos de armonía, equilibrio, paciencia o incluso suerte. Mucha gente simplemente utiliza estos pequeños árboles en maceta como adornos vivos para el diseño de interiores, mientras que otros, los budistas zen, por ejemplo, creen que el bonsái es un objeto de meditación o contemplación.
Historia del bonsái en China
En la antigua China, fueron probablemente los primeros exploradores quienes descubrieron los árboles en miniatura que crecían en lo alto de las montañas. Este clima creaba unas condiciones duras en las que era difícil que las plantas y los árboles crecieran, por lo que los pequeños árboles que allí prosperaban tenían un aspecto algo retorcido.
En un intento de recrear los árboles naturales que encontraron en las montañas, los chinos desarrollaron técnicas de poda que daban a las plantas formas retorcidas y un aspecto envejecido.
Algunos historiadores creen que los taoístas moldeaban las ramas y los troncos de los árboles en miniatura para que se parecieran a los animales del folclore chino, como dragones y serpientes. Otros creen que las formaciones vegetales deformadas se asemejan a posiciones de yoga.
La primera evidencia pictórica de los árboles en miniatura con un diseño artístico apareció en el año 706 d.C. en la tumba del príncipe Zhang Huai. Al entrar, los arqueólogos descubrieron murales que representaban a sirvientas que llevaban penjing, que contenían árboles y rocas en miniatura.
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