El misterio del Árbol del Diablo, lleva ya algún tiempo captando la atención de las personas y también de los estudiosos.
Cerca de la ciudad de Sonoma, en California, se ha avistado una planta con un nombre tan evocador y aterrador; que se caracteriza porque en el interior de su tronco -surgiendo de las raíces- arde el fuego como si fuese lava.
Este parece que no quema el propio árbol ni hace humo.
El extraño fenómeno fue de interés para Matthew McDermott; quien se percató de éste. Mismo que no ha dejado de producirse con la ola de incendios que recientemente asoló el condado y un poco de toda California -hasta 3.500 viviendas fueron destruidas, 23 personas murieron y 670 estaban desaparecidas en el momento de los hechos-.
Matthew lo fotografió todo, luego publicó las imágenes y un vídeo en las redes sociales, despertando mucho interés. Muchos creen que la planta es «la puerta del inframundo» o la prueba de la existencia del mal. Los científicos, sin embargo, dan otra explicación: el tipo de madera del llamado Árbol del Diablo arde muy lentamente, exhalando vapores invisibles, pero el árbol está ardiendo.
El fenómeno tiene un precedente: en diciembre de 2015, de nuevo en Estados Unidos y en concreto en el bosque de Defiance, situado en el estado de Ohio; además, cuando fue inmortalizado por el tal Okan Elkin, era un día lluvioso, que, sin embargo, no apagó las llamas. ¿Otro supuesto Árbol del Diablo, el que fue descubierto por un grupo de turistas? El hecho de que la noticia se haya difundido -también gracias a un artículo del periódico británico DailyMail-, no hace más que aumentar las sospechas, quizás de un siniestro presagio.
Si no fuera que para «tranquilizar», han pensado los científicos: en Ohio habrá un caso similar.
Los «árboles ardientes», están implicados en el fenómeno que científicamente se llama autocombustión. Este se produjo hace unos años con algunos objetos también en Italia, precisamente en Caronia di Canneto, en la provincia de Messina.
En enero de 2016, en la campiña de Frattamaggiore, en la provincia de Nápoles, un grupo de campesinos, habló precisamente de un fenómeno demoníaco por un árbol que se quemó de la forma que exactamente igual que los mencionados anteriormente. Ante esto, comenzaron las investigaciones, en las que también participaron profesores de Química y Agricultura de la renombrada Universidad Federico II de Nápoles e incluso intervinieron ufólogos, que plantearon la hipótesis del aterrizaje de un ovni, que dejó en esa zona materiales desconocidos.
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