Este jueves , 6 de abril, el Congreso de los Diputados ha aprobado la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Con esta nueva norma, se busca que España cumpla su compromiso internacional contra el calentamiento global. El objetivo a 2050 es llegar a la neutralidad climática, lo que significa que a medidado de siglo prácticamente no deben existir los combustibles fósiles.
Para lograr este objetivo trazado para 2050, se han establecido metas para cumplir a 2030, como lo es que el 74% de la electricidad sea de origen renovable, la reducción de un 23% de los gases de efecto invernadero respecto a los emitidos en 1990, e incentivos para impulsar energías limpias y vehículos libres de emisiones.
Una ley con retrasos y opositores
La ley ya llevaba más una década siendo reclamada en el congreso y este jueves 6 de abril finalmente ha salido adelante con 22 votos a favor, 5 en contra y 10 abstenciones gracias al apoyo de la mayoría de los grupos que hicieron presidente a Pedro Sánchez. Ahora la norma irá al senado y podría quedar definitivamente aprobada en mayo.
El cuerpo de la norma y la filosofía fueron creados hace unos dos años por el equipo de la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica, la socialista Teresa Ribera.
La norma era reclamada hace un tiempo no solo por los ecologistas sino que también una gran parte del sector económico del país. Adicional a esto, las encuestas muestran que cada vez es mayor el apoyo de la población en general a la lucha contra el cambio climático.
Varios partidos han reprochado este jueves al Ejecutivo por no haber conseguido una ley consensuada. María del Carmen Martínez, de Ciudadanos, ha advertido del “riesgo” que se corre de que ocurra lo mismo que con las leyes que sufren modificaciones constantes en función del partido que ocupe La Moncloa. “La ley necesita estabilidad en el tiempo para evitar la inseguridad”.
La llegada de una nueva DANA a España ha puesto en alerta a varias Comunidades tras las olas de calor sofocantes en nuestro país.
La DANA ha dejado una huella imborrable en España, con un alto número de víctimas y desaparecidos.