Denuncian a Colau por presunta concesión irregular de subvenciones
La presidenta Ada Colau, ha presentado un proyecto dentro del programa ‘Superilla Barcelona’, para la Barcelona del futuro. En el que pretende convertir toda la capital en una supermanzana para el año 2030. Su intención es que los jardines peatonales y las plazas sustituyan a una gran parte de las calles de Eixample y Sant Martí.
Como ya ha hecho en Sant Antoni y Poblenou, Colau quiere que toda la ciudad de Barcelona siga un modelo de supermanzana. Donde principalmente el Pla Cerdà al siglo XXI se renueve. Se reformen 21 calles y cruces del Eixample, convirtiéndose en zonas verdes, plazas donde el peatón tenga prioridad, y se pueda socializar y consolidar el comercio local.
Uno de los puntos importantes para que Barcelona pase a ser más verde, es según Xavier Matilla, arquitecto urbanista del ayuntamiento, rediseñarse por completo. Ya que actualmente no tiene espacios suficientes, habría que modificar las calles para dar cabida a más parques.
Por el momento, la prioridad hasta que Colau acabe su mandato es que cuatro de cada una de las calles, sean reformadas. Aunque el proyecto para 2013 sea mayor.
Serán las calles Consell de Cent, Girona, Rocafort y Borrell, las transformadas en zonas verdes. Mientras que los cruces de Consell de Cent con Rocafort, Borrell, Enric Granados y Girona se convertirán en nuevas plazas.
Para ello el ayuntamiento dispone de un presupuesto total de 37,8 millones de euros, donde 32,8 millones se destinarán a crear los ejes verdes y 5 millones para las plazas.
Para ir materializando este proyecto, desde el Ayuntamiento se ha abierto hoy 11 de noviembre un concurso público, donde se elegirán los ocho mejores proyectos, que formarán equipos de trabajo para llevar a cabo las nuevas obras. El 17 de diciembre se cierra el plazo de entrega.
Si todo va según lo previsto, serán los tres primeros meses de 2022 cuando se inicien, y principios de 2023 cuando finalicen.
El propósito principal del proyecto es que se reduzca la contaminación , mediante la disminución de vehículos en circulación por Barcelona. Ya que ahora la capital catalana tiene 6.000 coches por kilómetro cuadrado, y por el Eixample pasan cada día 350.000 coches.
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