El Parque Nacional de Doñana, en la provincia de Huelva, recopila 40 problemas ambientales que amenazan un ecosistema unico en Europa donde albergan marismas, cotos, dunas, playas y especies animales en serio peligro de extinción, como el águila imperial ibérica y el lince ibérico.
Es el resultado del informe de WWF Doñana y el Estuario del río Guadalquivir con que la Ong sintetiza los problemas medioambientales de este paraíso a las puertas de Huelva, que el dossier califica de ‘superviviente’.
Desde el cambio climatico, los incendios y el robo de agua, los vertederos ilegales, la mala depuración y la contínua explotación del acuífero, el Parque es golpeado una y otra vez por parte de los problemas ambientales de Doñana originados por las actividades de los 25 municipios que componen el estuario del Guadalquivir. Sin olvidar el uso de dragas hidráulicas para la captura de chirla, introducción de especies exóticas invasoras y los nuevos permisos acerca de la reapertura de la mina de Aznacollar, mas conocida por el vertido de lodos tóxico que en 1998 provocó el mayor desastre minero de la historia de España.
«Doñana es agua y sin embargo estamos asistiendo al robo de agua en Doñana” es el mensaje que con el informe intentan enviar el director de Conservación de WWF España, Enrique Segovia, el coordinador de la Oficina de Doñana de WWF España, Juanjo Carmona y la responsable del programa agua de WWF España, Teresa Gil. El robo de agua – sobre todo en la Cabecera de la Rocina o en la zona regable de los Hatos – se ha convertido en uno de los problemas mas arraigados que atañen a esa Reserva de la Biosfera. Acerca de ese tema España incumplió varias directivas del Tribunal Europeo de Justicia hasta decidirse de iniciar un proceso en el 2019 para poner fin a la sobreexplotación del acuífero (se han calculado hasta 2.000 infraestructuras de uso de agua ‘no legales’ en Doñana). En este sentido los órganos de WWF en España reclaman el cierre de los pozos ilegales en el Parque de Doñana y que de una vez siga respetado el nuevo PRUG del Espacio Natural y sobre todo el Plan de la Corona Forestal – aprobado por la Junta de Andalucía en el 2014 – que permitiría de someter a un control mas rigido muchas fincas que sacan ilegalmente agua del subsuelo en Doñana.
Otro problema que destacan desde WWF es la transformación del suelo forestal para uso agrícola, con la consecuencia que la superficie de cultivos irregulares de frutos rojos ha aumentado más de un 13% (un total 1.653 hectáreas de cultivos en zonas que no pueden regularizarse). Hay que recordar que Doñana esta muy cera del polo quimico de Huelva, donde la emisión de gases, las balsas de fosfoyesos o los vertidos al medio marino representan un peligro costante para la biosfera del parque. Los altos cargos de WWF España remarcan la necesidad de vigilar y seguir aplastando cada nueva amenaza contra Doñana, como el proyecto de Dragado derribado en julio de 2019 por el Tribunal Supremo o el proyecto de almacenamiento subterráneo de gas natural de Naturgy llamado Marismas Oriental que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía derrumbó en enero de este año, evitando que al Parque de Doñana pudiera pasarle lo mismo que al Parque de Camargue.
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