La primavera está sobrevalorada.
En mi opinión, el otoño puede hacerle competencia.
La intensidad de los tonos rojizos y naranjas que toman las hojas de algunas hiedras, los arces y el bambú sagrado, no es el único toque de color.
Los pensamientos y las violas, que cada vez están disponibles en mayor combinación de colores, también son plantas de otoño.
Sin duda, el pensamiento (en la foto) es la planta con flores de otoño más frecuente en balcones y jardines.
Es una planta semiperenne, que resiste bien el invierno con pocos cuidados.
Su atractivo: las flores de colores vivos que da.
Las hay de muchos tamaños y combinaciones, todas tienen en común que necesitan luz solar y tierra siempre húmeda (no encharcada), y su debilidad ante pulgones y oídio.
Los primeros pueden mantenerse a raya con insecticida pero el segundo es una sentencia de muerte para la planta.
Este verano se ha llevado el oídio, ha sido la plaga que más ha dado de qué hablar entre los jardineros amateur, así que probablemente queráis una planta menos vulnerable.
El bambú sagrado, o nandina doméstica, es la respuesta.
Tiene unas hojas muy estilizadas que se tornan rojizas en otoño.
Además, en invierno produce unos frutos rojos que no son comestibles per sí muy vistosos.
Es muy resistente y poco atractiva para las plagas.
Otras plantas de otoño son:CrisantemosÁsterSedumRosa china y Rosa siriaVerbenasDalias Vía