Curiosidad con cierto fundamento científico: la frase “yum, yum yellow” -que se puede traducir como ñumi, ñumi amarillo- fue acuñada cuando científicos de la Marina de Estados Unidos descubrieron que algunas especies de tiburones se sentían atraídos por las cosas amarillas más que por cualquier otro color.
Pero una nueva investigación señala que los tiburones podrían ser, de hecho, ciegos al color.
Ciegos al color, como los habitantes de la isla de Guam que hicieron las delicias antropológicas de Oliver Sacks.
La implicación, en el caso de los tiburones, es que esta incapacidad para percibir los colores podría ayudar a diseñar trajes de neopreno que pasasen más desapercibidos e hicieran más segura la vida de los buceadores y la de los propios tiburones, que suelen quedar enredados en las redes de pesca.
El estudio que ha llegado a esta conclusión ha sido desarrollado por investigadores de la Universidad de Western Australia y la Universidad de Queensland, también australiana.
El equipo midió las células sensitivas a la luz en los ojos de los tiburones usando un microespectrofotómetro.
Hallaron que, mientras los humanos tienen tres tipos de conos que son sensitivos a la luz azul, verde y roja, los tiburones tienen sólo uno.
Citado por Insciences, Nathan Hart, director del estudio, señala que el contraste contra el fondo, más que el color per se, podría ser más importante para la detección de objetos por parte de los tiburones.
El estudio será publicado en la revista Naturwissenschaften.
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