A los paleontólogos siempre les hace ilusión encontrar huesos de dinosaurios, pero los que se han encontrado en unas minas de las Montañas Bakony, en el oeste de Hungría, tienen un encanto especial: pertenecen a un agujaceratops, un dinosaurio herbívoro del que se creía que sólo había vivido en Asia y Norteamérica.
Igual el nombre no os suena de nada, pero la foto seguro que sí.
Es un dinosaurio frecuente en películas y documentales sobre el periodo cretácico.
Su nombre refleja lo obvio: cara con cuerno de aguja.
El agujaceratops europeo es considerablemente más pequeño que sus parientes asiático y norteamericano, según se explica en el estudio, cuyos hallazgos han sido publicados en la revista Nature.
Los científicos creen que durante el Cretáceo tardío Europa consistía en un grupo de islas conocidas como el archipiélago del mar de Tetis.
Así, este dinosaurio podría haber pasado de isla en isla hasta llegar a la zona en la que su fósil fue hallado, lo cual sugiere que los dinosaurios europeos no estaban completamente aislados.
Attila Osi, líder del equipo húngaro que descubrió los fósiles, obtuvo la confirmación de que se trataba de un miembro de la familia ceratops -como el triceratops de la foto- en una conferencia en Bristol, a finales del año pasado.
De acuerdo con la BBC, Osi cree que este descubrimiento implica la revaluación de los conceptos que hasta ahora existían sobre los animales que habitaban esta zona.
Vía
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Aprovechando las características extremas del sitio, un artista local decidió plantar un árbol en medio del mar Muerto para concienciar a los turistas.