Finalmente no ha podido ser.
La NASA no consiguió ayer poner en órbita el Observatorio Orbitador del Carbono (OCO) después de que éste sufriera un incidente a pocos minutos del despegue.
Dicha nave espacial tenía como objetivo medir las concentraciones de CO2 de la atmósfera y descubrir qué sucede con el elevado porcentaje del gas que no es absorbido ni por los mares ni por los bosques.
A falta de nueva información, la NASA está realizando las operaciones de búsqueda en el océano Pacífico, cerca de la Antártica.
En una rueda de prensa convocada ayer al mediodía, el director de lanzamientos de la agencia espacial norteamericana, Chuck Dovale, aseguró que el incidente se produjo cuando los revestimientos de protección que envolvían el satélite no se separaron apropiadamente.
Lejos de lo que se especulaba a principio de la mañana de ayer, Dovale indicó que era imposible poner en orbita la nave y que ésta seguramente ya debería estar en el fondo del océano pacífico.
Los responsables de la NASA calificaron lo ocurrido como un “grave revés” para la comunidad científica.
Así, 210 millones de euros invertidos en un proyecto que debía ayudar a explicar cómo funcionar el cambio climático han acabado en el fondo del mar.
La nave, que debía orbitar cada 99 minutos y que pasaría por el mismo punto cada 16 días, tenía objetivo analizar que sucede con el dióxido de carbono -el principal gas que provoca el efecto invernadero- y señalar los principales puntos de concentración y qué sucede con las toneladas que no son absorbidas ni por océanos ni por ecosistemas terrestres.
El incidente del Observatorio Orbitador del Carbono se añade a la larga lista de fracasos de la NASA en los últimos años.
Sin tomar los tintes catastróficos que tomaron otros accidentes (cómo no recordar aquellas imágenes de transbordadores espaciales abrasados), la agencia espacial norteamericana lleva ya una serie de sendos fracasos con pequeños satélites y sondas espaciales.
Una auténtica pena ya que se pierden muchos recursos que podrían arrojar algo de luz en la lucha contra el cambio climático.
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