Un pequeño peluche, una figurita decorativa, unos retales, tapones de corcho …los alfileteros o acericos nacen casi por generación espontánea.
Hacerlos es coser y cantar, tan sólo ponle imaginación, a ideas más locas, más divertidas.
Sólo una advertencia: cuidadín con los inventos que puedan confundir a la familia …nuestro acerico podría acabar provocando un buen pinchazo.
Las fotografías que podéis ver en el post y en la galería de imágenes son sólo un ejemplo de lo agradecida y sencillita que resulta esta manualidad.
Por cierto, el truco para poder pinchar en los mini salvavidas hinchables es rellenarlos previamente con algún material, tipo gravilla, arena, etc.
Los corchos también son una buena opción: no sólo les damos un segundo uso, sino que nos beneficiamos de lo idóneo del material para sujetar agujas y otros materiales punzantes.
En el alfiletero de la fotografía, los corchos se han pegado a una tapa de un frasco de conserva, junto con un cubierto, que hace la función de asa.
Alfileteros hechos con material recicladoPor supuesto, los retales ofrecen múltiples posibilidades en este caso.
Quedan muy cucos cosiéndoles elementos decorativos: por ejemplo, un simple botón le da un toque bonito, muy a juego con su uso.
Así, telas y rellenos que nos sobren (ropa de cama o de armario), y en cantidades muy pequeñas, son suficientes para hacer originales acericos.
¿Y los peluches? Repito, la prevención nunca está de más: mucho ojito si usamos un peluche o muñeco para alfiletero, sobre todo si pudiera caer en manos de niños o animales.
Por lo demás… cuidado con no pincharte, y a disfrutar! ¿Cosiendo, quizás? Vía
