Ayer introdujimos el concepto de los hotspots o puntos calientes de biodiversidad, ese concepto que sirve como referencia sobre el estado de conservación de la biodiversidad mundial y que señala las zonas del planeta que, amenazadas por la destrucción, albergan gran cantidad de especies endémicas.
Hoy nos detendremos en la cuenca del Mediterráneo, en la que se encuentra España, que también es uno de los principales puntos calientes de biodiversidad del mundo.
En primer lugar, ¿por qué se considera a la cuenca del Mediterráneo un punto caliente? Según la organización Conservación Internacional (CI), porque esta zona, con notables problemas medioambientales en la actualidad, cuenta con cuatro veces más especies de plantas vasculares y endémicas que el resto de Europa.
Igualmente, por su gran cantidad de especies de mamíferos (226, 25 endémicas), aves (489, 25 endémicas), reptiles (230, 77 endémicas), anfibios (79, 27 endémicas) y peces de agua dulce (216, 63 endémicas, el 38% en peligro de extinción).
Además, contribuye al hecho de ser considerado punto caliente de biodiversidad el que especies endémicas como la foca monje del Mediterráneo, el macaco de barbería o el lince ibérico se encuentren en grave peligro de extinción.
Las amenazas: sobre todo, la enorme concentración humana de toda la cuenca mediterránea, que ha conllevado a lo largo de los siglos, pero especialmente recientemente, un ritmo muy alto de deforestación, de contaminación, incendios.
Además de la consecuente construcción de infraestructuras y la expansión urbana y turística.
A lo que hay que sumar la intensificación de la agricultura, la cada vez más acuciante escasez de agua y la desertificación, y la fragmentación de hábitats por culpa del impacto humano.
Analicemos el caso de España.
Resulta que es uno de los puntos más calientes, pues España es una de las zonas con mayor biodiversidad de Europa, como en algún post referente al sureste del país ya os hemos contado.
Cabe preguntarse: ¿nuestros parques nacionales y naturales son adecuados para proteger a toda la biodiversidad con que contamos? La respuesta, de hacer caso a un estudio del año pasado de la Universidad Autónoma de Madrid y del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), es no.
Haría falta, a tenor del informe, la creación de 36 nuevas áreas protegidas en sendos puntos calientes de biodiversidad.
Algunos de esos hotspots deberían ser el tramo final de la cuenca del Ebro, la serranía de Cuenca y diversos puntos de Gerona, Tarragona, Málaga o Vizcaya.
Por otro lado, no hay que olvidar la biodiversidad marina.
De hecho, ya os contamos aquí en Ecologiablog que la ONG Oceana, junto a la Fundación Biodiversidad, había identificado y propuesto las 25 zonas con mayor riqueza marina de nuestro litoral que convendría proteger.
Vía
La llegada de una nueva DANA a España ha puesto en alerta a varias Comunidades tras las olas de calor sofocantes en nuestro país.
La DANA ha dejado una huella imborrable en España, con un alto número de víctimas y desaparecidos.