Es francamente asombroso: diez años atrás el gran público desconocía el término cambio climático.
Actualmente, forma parte del léxico de todos.
Ayer, en el mercado, una señora septuagenaria culpaba al calentamiento global por la subida del precio de las fresas.
Y no seré yo quien diga que no tiene razón (aunque ya deja de ser temporada de fresón y es lo que suele pasar con los precios).
No después de saber que, a lo largo de 25 años, la oveja Soay que habita en la isla escocesa de Hirta se ha estado encogiendo debido al calentamiento global.
Tim Coulson, profesor del Imperial College London quien ha liderado la investigación que será publicada en Science, explica que una sucesión de inviernos suaves y primaveras anticipadas han permitido a las ovejas más pequeñas sobrevivir cómodamente, con el resultado de que el tamaño medio de la oveja típica se ha reducido 5%.
Los científicos creen que estos hallazgos podrían explicar la interacción que hay entre las presiones ecológicas que influyen en el cuerpo de una especie a corto plazo -que en este caso sería el aumento de las temperaturas- y las presiones evolutivas que influyen en los cambios corporales más acusados tales como el fenómeno del enanismo que suele darse en los animales que viven en las islas.
En el caso específico de la oveja Soay, los científicos han encontrado que, durante el curso de sus observaciones, las cuales comenzaron en 1980, el tamaño medio de las hembras se ha ido reduciendo, principalmente porque las ovejas más pequeñas, que en el pasado no habrían podido sobrevivir a los duros inviernos de la isla, han conseguido hacerlo debido a que los inviernos recientes han sido más suaves.
La investigación también ha hallado un fenómeno que los científicos han llamado young-mum effect, o efecto de la madre joven: las ovejas embarazadas por primera vez son físicamente incapaces de dar a luz a corderos grandes, lo que significa que hay un nacimiento constante de corderos pequeños.
Esto es contrario a la presión evolutiva de los corderos grandes y los científicos aún desconocen las razones de la persistencia de efecto, a pesar de que constituye una parte importante de la explicación para el hecho de que las ovejas sean cada vez más pequeñas.
Vía