En un post anterior os comentamos algunos trucos para mantener la casa fresca aprovechando la ventilación.
Ahora hablaremos de lo que se puede hacer cuando la ventilación no es una opción, ya porque la corriente de aire es muy débil o porque éste es muy caliente.
En este caso, la clave está en el aislamiento.
Básicamente, y aunque suene contradictorio, mantener las habitaciones cerradas a cal y canto, con las cortinas corridas.
Aislarlas del sol y del aire caliente todo lo posible como si de un calabozo se tratase, vamos.
Puedo dar fe de la eficacia de esta técnica; la he aplicado en mi habitación, que queda clausurada desde primera hora de la mañana, y cuando entro se siente más fresca que el resto del piso.
Si no podéis utilizar cortinas que bloqueen por completo la entrada de luz quizá las persianas de lona blanca sean una buena opción.
Al parecer, incluso las mini persianas pueden reducir la ganancia de calor solar hasta 50%.
Si tenéis un balcón expuesto al Sol gran parte del día, pensad en la posibilidad de poner plantas de altura media y muy frondosas, como las palmeras.
Hay que escoger la especie adecuada porque no todas soportan bien estar a pleno Sol.
Las del género Phoenix pueden ser una buena opción.
Fotografía
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