De acuerdo con un reporte internacional preparado por la organización canadiense independiente International Institute for Sustainable Development, y con financiamiento danés, el cambio climático podría desatar guerras medioambientales en Oriente Medio con respecto a los ya escasos suministros de agua, así como disuadir a Israel de retirarse de las zonas ocupadas en territorio palestino.
Parte importante del conflicto entre Israel y Siria tiene su foco en los recursos acuíferos de la zona de los Altos del Golán, ocupada por Israel desde la guerra de 1967.
Del Golán proviene 30% del agua del Lago de Tiberíades, que es la principal reserva de Israel.
El agua es, además, indispensable para el mantenimiento de la producción agrícola, así que los intereses estratégicos de ambos países en la región son clave.
En el caso de los territorios ocupados por Israel en Palestina, el control que éste Estado ejerce sobre el agua dificulta enormemente la vida de los palestinos.
La elevación del nivel del mar, debido al calentamiento global, amenaza además con contaminar el único suministro acuífero de la franja de Gaza, que surte a 1,5 millones de palestinos.
Después del salto os dejo un vídeo que muestra los problemas que ya vive la población palestina frente a la escasez de agua.
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