En la Unión Europea existe una ley -de 2005- que establece ciertos lineamientos sobre los electrodomésticos y calentadores en cuanto a su consumo de electricidad.
El Parlamento Europeo ha aprobado el borrador de una ley que extenderá esta legislación a aquellos equipos que tienen un efecto indirecto en el consumo de energía.
Por ejemplo, los grifos.
Estarán sujetos a esta legislación porque el agua caliente requiere energía.
El objetivo de la Unión Europea es mejorar la eficiencia energética en 20% para 2020 e impedir que su dependencia de la energía importada -actualmente de 50%- aumente a 65% en 2030, a la vez que reducir las emisiones de gases que producen el efecto invernadero.
Aquellos productos que no cumplan con el mínimo de estas normas serán prohibidos, incluso si se trata de bienes importados.
Los estándares serán establecidos por la Comisión Europea en cooperación con las autoridades de cada uno de los Estados miembros de la UE, un proceso que, de acuerdo con Bloomberg, ya esta siendo desarrollado para un primer grupo de electrodomésticos, entre ellos las bombillas.
Cerca de un tercio de la energía usada en los edificios podría ahorrarse para 2030, si se aplicasen medidad como las que están a punto de convertirse en norma en la UE.
A principios de este mes, el Parlamento Europeo aprobó dos iniciativas relacionadas con el tema.
La primera de ellas amplía el programa voluntario de la eco-etiqueta.
La segunda, fortalece y expande el esquema de Eco-gerencia que permite a las organizaciones que van más allá de los requerimientos medioambientales usar un logo.
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