Muchas de las plantas que solemos tener en casa son peligrosas para los gatos, animales curiosos donde los haya.
Si el vuestro gusta de las incursiones gastronómicas -es decir, si tiene por costumbre comerse las plantas– es oportuno que prestéis atención a la lista elaborada por la ASPCA, la sociedad americana para la prevención de la crueldad animal.
Los nombres incluidos en ella son muy familiares.
He aquí las plantas tóxicas para los gatos más frecuentes en los hogares.
Los miembros de la familia Lilium son considerados altamente tóxicos para los gatos.
Muchos tipos de lirio pueden causar insuficiencia renal en los felinos.
Curiosamente, su componente venenoso aún no ha sido identificado, pero está claro que incluso con la ingestión de cantidades muy pequeñas de esta planta el daño renal puede resultar grave.
Atención propietarios que creéis que ver a los gatos dar tumbos es gracioso: la ingestión de cannabis sativa por los animales de compañía puede resultar en una grave depresión del sistema nervioso central, pérdida de coordinación, así como vómitos, diarrea, salivación, aumento del ritmo cardíaco, e incluso convulsiones y coma.
PlantasLas famosas falsas palmeras, Cicas revoluta, muy comunes en el Mediterráneo, son venenosas, siendo las semillas la parte de la planta que contiene la mayor cantidad de toxinas.
La ingestión de una o dos semillas puede tener efectos muy graves, que incluyen vómitos, diarrea, depresión, convulsiones e insuficiencia hepática.
El bulbo de los tulipanes y los narcisos, que se han puesto muy de moda en la decoración, contiene toxinas que pueden causar irritación gastrointestinal intensa, babeo, pérdida de apetito, depresión del sistema nervioso central, convulsiones y alteraciones cardíacas.
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